«Yo participo por Venezuela», el programa de formación para niños y adolescentes llega a su fin

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El 17 de noviembre, el programa de formación «Yo participo por Venezuela», llegó a su fin. En total, 21 niños y adolescentes pudieron vivir la experiencia durante seis encuentros.

«Yo participo por Venezuela», fue un programa de formación para la participación infantil y adolescente, que busca promover la participación como derecho humano y como elemento decisivo para el ejercicio de la ciudadanía.

Es una apuesta a los niños, niñas y adolescentes (NNA), a sus ideas y proyectos, a darle espacio a las propuestas que puedan salir de sus cabezas para responder a problemas familiares, comunitarios, escolares y sociales.

La participación infantil y adolescente la entendemos como un proceso que permite a los NNA ser protagonistas de los cambios y de su vida, con el agregado de ser un proceso de aprendizaje, reflexión e información. Cuando se participa se entrega algo y siempre se recibe algo a cambio.

Permite a los NNA mostrar y fortalecer al máximo sus capacidades, para ofrecer alternativas que mejoran o transforman las condiciones de vida de los mismos NNA y de sus pares.

Para Roger Hart la participación es el derecho fundamental de la ciudadanía, que como medio y como fin requiere un proceso gradual e integral que debe ir de la mano con la formación de las personas. Hay aspectos que son inherentes a la participación como el acceso a la información, la existencia de espacios para la participación, acceso a la educación y libertad para el ejercicio de la ciudadanía.

Por tanto, no se decreta la participación, debe ser promovida y deben construirse los espacios para que se pueda dar. La realidad venezolana, en todos sus ámbitos, limita el ejercicio a la participación de los NNA, pero la crisis política, ha puesto en jaque la idea de la participación como derecho de los NNA. La polarización política y la forma en la que se ha desarrollado en los últimos años la política en el país, ha creado unos muros de contención o protección hacia los NNA, que terminan coartando para la infancia este derecho.

Pero los NNA son parte de las poblaciones más vulnerables y más afectadas con la emergencia humanitaria compleja, resulta injusto entonces que no puedan participar en la búsqueda de soluciones y alternativas. Que no puedan quejarse libremente si sienten que algo no anda bien, que no puedan opinar sobre el torbellino de situaciones que ven, viven y padecen. Si es injusto, debemos buscar justicia.

En este sentido, urge generar espacios donde los NNA escuchen que tienen derecho a  hablar, opinar, decir lo que piensan. Un espacio donde se les forme para hacer efectivo este derecho. Un espacio donde la participación deje de ser decorativa o manipulada a una donde ellos/ellas decidan y nos involucren como adultos para su apoyo. Donde conozcan las cosas que necesitan para participar y que no dependen de ellos para hacerla efectiva, pero también las aptitudes y capacidades que deben desarrollar para aportar lo mejor de sí en el proceso participativo. Donde puedan saber qué cosas pueden llegar a hacer por ellos y ellas para transformar la realidad o para generar cambios en situaciones que afectan sus derechos.

Esto es lo que aspiramos lograr con el programa de formación “Yo participo por Venezuela”, un taller de formación con base en la metodología acción participativa y socio constructivista.

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