«Cuando mis papás se fueron yo me sentí muy solito. Pero esta experiencia fue muy reconfortante, me sirvió para llenar el corazón, regenerar el hueco y que no me duela tanto. Sirvió para compartir con ustedes que también tienen un familiar lejos de casa. Ahora sé que no estoy solo». Con estas palabras, Jesús, de 10 años de edad, habló a la audiencia durante la presentación de la serie documental Lejos de Casa.
El evento era el estreno de la pieza que visibiliza la migración venezolana desde la mirada de los niños y sus cuidadores. El material audiovisual consta de cinco cortos con historias relacionadas al giro que da la vida de nuestra infancia y adolescencia cuando uno de los padres se va del país. Se hizo en alianza con Comunifilm, productora audiovisual, y Cecodap.
«Hemos sobrellevado esto por el compañerismo de nosotros dos, él me acompaña y yo lo acompaño. Tratamos de vivir nuestro día a día y que no sea tan duro que nuestros padres no estén cerca», dice su hermana Mirtha, de 25 años de edad, quien quedó a cargo del cuidado de su hermano de 10 años.
El estreno de Lejos de casa se realizó en las salas del Trasnocho Cultural, el sábado 9 de noviembre, y contó con la presencia de todas las familias que participaron en las grabaciones.
«Este trabajo comenzó cuando nos dimos cuenta de la cantidad de niños que pierden el cuidado de sus padres producto de la migración forzada. Estimamos que más de un millón de niños están en esta situación. A partir de ahí asumimos el reto de poder contar historias. Padres, abuelos, hermanos y tíos nos contaron cómo cambió su vida», indicó Carlos Trapani, coordinador general de Cecodap.
Uno de los protagonistas es Frangger, un adolescente de 16 años. Su madre tuvo que migrar a Chile para mejorar sus ingresos económicos. Él se quedó al cuidado de su abuela, una mujer de 65 años, quien además ya había asumido el cuidado de una hermana con síndrome de down. «Las palabras son muy pocas. Cada caso es diferente y cada quien tiene una mentalidad afuera. El hecho de que tengamos a esa persona que queremos lejos de nosotros no nos quita que nosotros podamos hacer lo que nos propongamos a hacer», reflexionó el adolescente.
Los efectos de la migración
Abel Saraiba, psicólogo y coordinador del programa Creciendo sin violencia de Cecodap, recordó que la estimación de la organización significa que uno de cada 10 niños tiene un padre fuera de Venezuela. Eso se acerca a 25 mil salones de clases. «Que una madre tenga que viajar, no por placer, y dejar solo a sus hijos nos habla de lo que pasa Venezuela en este momento», indicó.
Para él, los cortometrajes de Lejos de Casa también son una manifestación del poder del amor. «El amor es capaz de sobreponerse a miles de millas de distancia. Nos encontramos con el reto de que las pantallas no sustituyen la presencia. Es el medio que se usa entre las familias para mantener vivo el amor», manifestó.
Oriana Martínez, creadora de la serie documental, expresó cómo pudo a través de la imagen darle vida a las experiencias de estas familias. «La migración tiene un impacto directo sobre nuestra cotidianidad y nuestro círculo afectivo directo. Buscamos darle rostro a la realidad, generar al sensación de que no estamos solos», dijo.
Para ver la serie completa, puede ingresar aquí.
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