Clases presenciales, pro y contras

Existe un polarizado debate, entre quienes consideran que debe priorizarse la salud, y continuar con las clases a distancia y quienes apuestan por el pronto regreso a las clases presenciales. Los argumentos de ambas posiciones suenan razonables; sin embargo, nos colocan en un debate dicotómico, poco flexible en algunos casos o muy laxo, en otros.

Recientemente realizamos vía zoom en Cecodap el encuentro: “Los adolescentes toman la palabra”. Participaron más de 50 estudiantes (12 a 17 años) de 15 centros educativos, de 5 estados (Distrito Capital, Carabobo, Miranda, Monagas y Nueva Esparta). El propósito fue hacer efectivo su derecho a participar y opinar sobre el anuncio del Ejecutivo de reinicio de clases presenciales en marzo.

La metodología que se utilizó fue colocar las clases presenciales en el banquillo para identificar quiénes estaban a favor y quiénes no. Se les solicitó que argumentaran sus posiciones.

A favor

Solo 7 consideraron oportuno el reinicio de las clases presenciales argumentando la necesidad que tienen de retomar el contacto con sus compañeros y profesores. Destacaron las dificultades que presentan la modalidad a distancia por los problemas de conectividad, falta de dispositivos y lo poco atractivo del enfoque pedagógico para transmitir contenido a través de las pantallas.

En contra

20 de los participantes, aunque reconocían las ventajas de la presencialidad, advertían sobre la falta de condiciones para reiniciar actividades: medidas de bioseguridad, falta de agua, gel, mascarillas, termómetros, transporte, falta de sencillo, luz, gasolina, desestimulo y baja remuneración de los docentes.

Hay que seguir discutiendo

15 de los participantes expresaron estar de acuerdo con la presencialidad; pero tomando en consideración las distintas realidades de los centros educativos del país (zona donde está ubicada, condiciones de su infraestructura, posibilidades de acceso, servicios públicos disponibles). Un tema relevante que surgió fue la necesidad de replantear los cambios que requiere la educación para que sea atractiva y significativa para los estudiantes.

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¿Qué piensan los adultos?

La posición de las familias y profesionales de la educación no dista mucho de los expresados por los adolescentes. La Red de Madres, Padres y Representantes en su Campaña: «Volver a la escuela de forma segura», expresan que es necesario volver a las clases presenciales, pero que la decisión debe ser autorizada pero no obligatoria. Cada contexto tiene particularidades que exigen que las familias participen en la toma de decisiones para que el inicio de clases sea seguro y no ponga en riesgo la vida de los estudiantes y de la comunidad educativa en general.

El anuncio de Nicolás Maduro de iniciar las clases en marzo deja muchos interrogantes, por ejemplo: ¿Cómo se va a hacer en las semanas de cuarentena radical?, ¿Se está pensando una semana sí y otra no?, ¿Por grupos?, ¿Qué hacer en una escuela cuando se presente un caso o varios? Son interrogantes que generan dudas porque no se han anunciado los planes y protocolos requeridos y las medidas que se tomarán para asegurar que los centros estén en condiciones.

¿Por qué es importante volver a las clases presenciales?

Los centros educativos son espacios de protección para los estudiantes. En la cuarentena se han incrementado los casos de violencia intrafamiliar, castigo físico, maltrato infantil, abuso sexual. La escuela representa un espacio fundamental de socialización para el desarrollo socioemocional de los estudiantes. A través de la interacción pueden poner en práctica la solidaridad, empatía, cooperación.

Por otra parte, tal y como lo plantea el profesor Juan Maragall, “la reapertura tiene dos retos: la sociedad tiene que valorar la afectación para los niños al no poder ir a las escuelas y no pensar ingenuamente que están mejor en casa. Para la mayoría de los venezolanos la escuela es el espacio de encuentro con la cultura universal, encuentran en la escuela lo que no tienen en su casa. La escuela es la que permite que un niño que vive en una familia analfabeta aprenda a leer, si esta familia no sabe de matemáticas o historia las pueda aprender. Los más afectados son los más pobres y los niños de menor edad. Si eres pobre y menor de 9 años eres parte de la población más afectada”.

Maragall comparte que las escuelas que han decidido abrir de forma segura en nuestra región son las que cuentan con liderazgos locales de directivos y padres que consideran que el costo del cierre es alto. Abrirlas tiene que ser una prioridad considerando modalidades diversas y flexibles dependiendo de cada contexto.

Como se ve, el reto plantea desafíos importantes que requiere la participación de la sociedad para que se creen las condiciones necesarias, postergar indefinidamente el cierre de las escuelas pone en riesgo el desarrollo y protección de los niños y adolescentes.

Artículo publicado en Caraota Digital el 24 de febrero de 2021.