¿Se puede regresar a las aulas en Venezuela?, adolescentes toman la palabra en Cecodap

Entre el querer y el poder. Así calificó una adolescente al regreso a clases de manera presencial. Este fue el tema central del primer encuentro promovido por Cecodap de Adolescentes toman la palabra. La dinámica se hizo a través de la plataforma de Zoom y contó con la participación de 54 adolescentes.

El 12 de febrero de este año, Nicolás Maduro, mandatario de Venezuela, informó la decisión del Ejecutivo de que en marzo las escuelas deben abrir las aulas para recibir a sus estudiantes. En aras de promover el derecho a la participación, opinión y expresión de los adolescentes; Cecodap abrió el grupo de reflexión y participación para escuchar las inquietudes y propuestas de los muchachos.

«Regresar a las aulas es un tema que está entre el querer y el poder», comentó Jineth, adolescente de 16 años durante el primer encuentro de Adolescentes toman la palabraElla es parte del grupo de estudiantes (entre 12 y 17 años) de 15 centros educativos, de cinco estados del país (Distrito Capital, Carabobo, Miranda, Monagas y Nueva Esparta).

«La mayoría de los estudiantes queremos clases presenciales porque son más dinámicas. Pero si observamos el alto índice de casos en el país sería ilógico participar en clases presenciales porque podríamos contagiarnos», siguió Jineth.

Adolescentes toman la palabra es un espacio para que los muchachos intercambien ideas sobre temas de su interés. La metodología que se utilizó permitió que los adolescentes explicaran con argumentos su opinión ante el anuncio. Además, se pudo reflexionar sobre cuáles son las condiciones que se requieren para regresar al aula; así como cuáles son las propuestas que tienen para garantizar la seguridad de todos.

«La educación virtual supone un esfuerzo de los docentes y también de nosotros. Pero si hemos llegado a este punto, creo que sí podemos seguir de manera virtual. Es muy arriesgado reiniciar de forma presencial. Pero tenemos que poner de nuestra parte para mejorar la educación online», comentó Rodrigo, de 14 años.

La actividad estuvo dirigida por Óscar Misle y Fernando Pereira, fundadores de Cecodap y educadores. Misle informó en sus redes sociales que en el encuentro siete de los participantes estuvieron de acuerdo con volver a las aulas. «Ellos argumentaron la necesidad que tienen de retomar el contacto con sus compañeros y profesores. Destacaron las dificultades que presentan la modalidad a distancia por los problemas de conectividad, falta de dispositivos y lo poco atractivo del enfoque pedagógico para transmitir contenido a través de las pantallas», puntualizó.

También explicó que 20 de los adolescentes estuvieron en desacuerdo con el anuncio presidencial. «Aunque reconocían las ventajas de la presencialidad, advertían sobre la falta de condiciones para reiniciar actividades: medidas de bioseguridad, falta de agua, gel, mascarillas, termómetros, transporte, falta de sencillo, luz, gasolina, falta de estímulo y baja remuneración de los docentes», indicó.

Además, en el análisis que brindó Misle se encuentra el de 15 participantes que tuvieron una postura media: de acuerdo con la presencialidad, si se consideran las realidades distintas de cada escuela. Entre las características particulares que cada institución tienen mencionaron: zona donde está ubicada, condiciones de su infraestructura, posibilidades de acceso, servicios públicos disponibles.

«Si el Gobierno piensa activar las clases presenciales debe disponer de materiales necesarios para eso: ya sea equipos de desinfección o agua; que actualmente no se dispone de todo», aclaró Chiquinquirá, de 15 años.

Cambios en el sistema educativo

Un tema relevante que surgió durante el intercambio fue la necesidad de replantear los cambios que requiere la educación para que sea atractiva y significativa para los estudiantes.

«Yo vi esta cuarentena como una oportunidad para mejorar cuando regresemos a clases. Con un amigo formulamos una propuesta al colegio para aprovechar las habilidades y pasiones de los alumnos para el aprendizaje y para hacer cambios positivos en Venezuela. El colegio se enfoca en un método general y no toma en cuenta las individualidades para mejorar su entorno», expresó Diego, de 16 años.

Indicó además que la educación debería tener unos parámetros generales, pero ser flexible para valorar las individualidades de cada alumno. «Los estudiantes no se motivan y los docentes se frustran porque muy pocos se sienten atraídos a los temas desarrollados», apuntó.

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