La hipersexualización es muy cotidiana. Un día paseando por Caracas, a principios de enero, estaba sentado en la plaza de un centro comercial por Sabana Grande, para esperar a una amiga. De repente, veo que comienzan a instalar unos equipos de sonido frente a mí, creo que eran de alta calidad. Claramente habría una presentación allí. La curiosidad me invadió y decidí quedarme.
Era la presentación de una acamia de baile, allí las niñas y adolescentes hicieron un acto de reggaetón de manera sugerente, movían su cuerpo de forma sensual. A mi lado, tenía a los representantes muy felices y eufóricos al ver a sus hijas bailar. Conversaban entre ellos sobre lo orgullosos que estaban, y del proceso que habían tenido ellas para llegar hasta el escenario.
Mi amiga finalmente llegó y nos fuimos de ese lugar. Horas después, ya en casa, comencé a reflexionar y a preguntarme: ¿Estos bailes son adecuados para su edad? ¿Quién las está hipersexualizando?¿Están vulnerando sus derechos?
Recordemos que la hipersexualización es la promoción o exposición de la sexualidad de la niñez y adolescencia, de forma excesiva o prematura, atribuyendo poses o movimientos que no están acorde a su edad, y que puede ser perjudicial para su integridad y salud mental.
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En este sentido, el público puede contribuir a la hipersexualización de las niñas y adolescentes al consumir y promover este tipo de representaciones, ya sea a través del apoyo económico o como un espectador activo. Además, la falta de educación sexual y de conciencia crítica sobre los estereotipos de género también juegan un papel importante en la hipersexualización de las niñas y adolescentes.
Estas niñas claramente estaban muy felices de ser reconocidas en este evento, y seguramente han disfrutado el proceso porque les gusta el baile. Entonces me pregunto si los padres, los organizadores y hasta el mismo centro comercial sabrán los derechos que se están vulnerando, como el derecho a la integridad, a una sexualidad sana, y el derecho a la salud mental, todos establecidos en la Ley Orgánica para la Protección de los Niños, Niñas y Adolescentes (LOPNNA).
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Este último en específico, el derecho a la salud mental, es muy importante para mí, ya que la hipersexualización y la búsqueda del ideal de belleza y sensualidad, que está siendo reforzado actualmente en las redes sociales, pueden dañar la autoestima de los niños, niñas y adolescentes. También pueden sentir ansiedad, al no ser “suficiente”, lo que puede desencadenar consecuencias aún más extremas y lamentables, como depresión o trastornos de la conducta alimentaria.
Como sociedad y corresponsables de los niños, niñas y adolescentes, es importante que podamos crear conciencia y prevención ¿Cómo? Promoviendo la educación sexual basada en la información adecuada y la compresión de la sexualidad de forma positiva y saludable desde temprana edad, reforzando la autoestima y la aceptación del cuerpo en los niños, niñas y adolescentes para que no busquen validarse a través de su sexualidad. También, es importante promover la igualdad de género y la diversidad para que los niños, niñas y adolescentes puedan explorar su identidad sin presiones ni prejuicios.
Recuerdo que en noviembre de 2023 participé en la grabación de un podcast, llamado ¿Quién Soy?, del Consejo Editorial PANA, iniciativa donde participo actualmente. En un episodio, hablamos sobre la hipersexualización, y todas sus consecuencias y los derechos que vulnera. Además hablamos de nuestras experiencias con estos estereotipos sexuales. Lo pueden encontrar actualmente en el YouTube de Cecodap
Juan Sánchez
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