Día Internacional de la Educación, una efeméride que Venezuela no puede celebrar

“Las clases a distancia en el municipio Guajira, en el estado Zulia, se han convertido en una odisea. Los padres y representantes no cuentan con las herramientas necesarias para cumplir este tipo de actividades. Las fallas en el servicio de internet y el servicio eléctrico hacen casi imposible las clases online, por lo que deben asistir a las escuelas a copiar las tareas de sus hijos, algo que puede demorar hasta cinco horas. Además la mayoría no cuenta con dinero para adquirir las guías que tienen un costo de 5.000 pesos que al cambio hace 900.000 bolívares”, manifestaron el 21 de enero varias madres preocupadas a El Pitazo, porque la educación no funciona en este municipio fronterizo.

El mismo día en Punta Cardón, estado Falcón, una maestra advierte a través de un medio local que el segundo momento del periodo escolar comenzó el 11 de enero y hasta la fecha la mayoría de los representantes no han asistido a buscar las actividades correspondientes, las cuales están publicadas en la cartelera de la escuela.

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Es altamente probable que la mayoría de los estudiantes, madres y maestras de esas comunidades no se enteren que el domingo 24 de enero es el Día Internacional de la Educación. Seguramente esta situación se repita en las comunidades educativas del resto del país para las cuales poco pesa que la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamara la celebración para resaltar el papel que la educación desempeña en la paz y el desarrollo. Tampoco para recordar que a través de ella se puede alcanzar la igualdad de género y romper el ciclo de pobreza que deja rezagados a millones de niños, adolescentes y adultos.

No hará mucha diferencia que la tercera edición del Día Internacional de la Educación se realizará el domingo 24 de enero de 2021; aunque el tema de esta edición sea de especial interés para todos: “recuperar y revitalizar la educación para la generación COVID-19”. 

Una efeméride sin festejos

No hablamos de celebrar porque el momento actual pone a la educación en aprietos de consideración. “La región tiene la urgente necesidad de planificar y definir acciones prioritarias para garantizar la seguridad de las operaciones escolares y la atención educativa a las poblaciones más vulnerables”. Así concluye el reciente informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Unesco Reabrir las escuelas en América Latina y el Caribe: Claves, desafíos y dilemas para planificar el retorno seguro a las clases presenciales.

Según las cifras de la Unesco, ya antes de la emergencia sanitaria, los sistemas educativos tenían importantes retos. En 2018, 10.5 millones de niños, niñas y adolescentes (NNA) de América Latina y el Caribe no asistían a la escuela, de los cuales 16% estaba fuera de la primaria, 22% fuera de la secundaria baja y 62% de la secundaria alta.

Una realidad que en nuestro país se ve aumentada por el impacto que la emergencia humanitaria compleja ha tenido sobre un sistema educativo que recibe a la COVID-19 debilitado en su estructura y cimientos fundamentales.

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“Para hacer frente a los desafíos del mañana, además de una inversión masiva, es necesario revisar el sistema educativo”, dijo Audrey Azoulay, directora general de la Unesco en el marco de esta efeméride. Añadió que la educación debe replantearse para dar a las generaciones futuras herramientas para comprender mejor grandes temas, como la revolución digital o la emergencia ambiental.

Inversión masiva, replanteamiento de los fines de la educación, revolución digital, emergencia ambiental retumban como imponderables; a años luz de La Guajira, Cardón, Güiria o San Félix donde la lucha de las escuelas es por poder funcionar, tener agua, electricidad, teléfono, internet.

También con motivo del Día de la Educación el Jean Michel Blanquer, ministro de Educación de Francia expresó: “Uno de nuestros mayores desafíos es acompañar y formar al maestro del siglo XXI. Dado que la educación es la base de nuestras sociedades, el maestro ocupa un lugar central en ella”.

¿Qué decir de nuestros maestros con sueldos de tres y cinco dólares al mes? Sin incentivos las aulas seguirán perdiendo a sus profesionales mejor formados. Las escuelas de educación y pedagógicos se seguirán vaciando. 

Sirva este Día Internacional de la Educación para entender que sin educación no tenemos viabilidad como país.