La sede de Cecodap se transformó en auditorio, durante una tarde. Ya no era el salón de clases, donde por cinco meses se reunieron unos 30 niños, niñas y adolescentes para dar vida a Las historias de Arthur Dane.
Este 21 de febrero, los padres se convirtieron en la audiencia de sus hijos. En una hora, la obra se desarrolló, de la mando de la fundación Medatia.
«Los talentos y las habilidades son excusas para todo lo demás. Lo signifitcativo de esta experiencia es el crecimiento personal, la conciencia de sus capacidades y cómo esas capacidades las pueden poner luego al servicio de otras cosas que se convierten en metas. Hace que todo lo que ellos hagan le pongan empeño y compromiso, porque aprendieron a hacerlo aquí», expuso al finalizar la historia la directora de Medatia.
Los niños, niñas y adolescentes dedicaron unas palabras a los facilitadores que los guiaron en la aventura. «Para mí fue una experiencia maravillosa. Mi primera obra. Quisiera repetirla todos los días», comentó una de las participantes.
¿Qué es Medatia?
Es una iniciativa que nace de la experiencia de docencia en el Teatro UCAB (1975). Está hermanada al grupo de teatro profesional Ago Teatro (1992). Con ambas compartimos valores y el propósito de impulsar procesos participativos hacia una mayor conciencia y calidad de vida.
«Nuestro nombre se inspira en Medatia, personaje mítico de la cultura indígena venezolana. Él emprende un viaje maravilloso que lo lleva hasta el cielo para dar respuesta a los males que aquejan a su pueblo: la tristeza, el hambre y la enfermedad. Durante el viaje se hace sabio. Cada lugar que recorre le deja un aprendizaje y vuelve a la tierra para enseñar a su pueblo lo que aprendió: que todo se puede con la fuerza del querer», explican en su página web.
