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Tendencias en redes: el impacto en la autopercepción de los adolescentes

Lía, de 16 años, como cada noche antes de ir a dormir agotada por las actividades escolares, se dedica a explorar sus redes sociales. Puede pasar varias horas navegando entre Instagram y TikTok, en las que su algoritmo le presenta un flujo constante de contenido de su interés: desde videos de gatos y noticias de celebridades hasta tutoriales de belleza para el cuidado de la piel y la figura. Lía se distrae hasta conciliar el sueño.

Sin embargo, esta noche se presenta algo diferente. Lía se topa con un vídeo viral que muestra a una modelo identificándose con la reciente categoría de redes sociales «complexión media», lo cual ha generado un intenso debate sobre la representación corporal en línea.

La sorpresa invade a Lía: se cuestiona la autopercepción de la modelo como complexión media, dada su evidente delgadez. Esta incongruencia la impulsa a levantarse bruscamente y confrontar su reflejo en el espejo, interrogándose sobre su propia imagen: si ella, siendo delgada, se considera de complexión media, ¿qué soy yo, con algunos kilos de más?, ¿ahora soy de complexión gruesa?, ¿cuándo cambié tanto?

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La angustia la embarga, su corazón se acelera y su rostro denota miedo y tristeza. A pesar de la inquietud, decide buscar más vídeos sobre esta tendencia en TikTok, preocupada por definir su tipo de cuerpo porque le consumía el temor de no ajustarse a los cánones sociales de belleza.

Tras varios meses de relativa calma, los fantasmas de la inseguridad llegan nuevamente a Lía. Invade su mente un diálogo interno angustiante: ¿He engordado?, ¿mi cuerpo es ‘grueso’ o ‘medio’?, ¿qué impresión causaré en los demás? ¡Necesito hacer dieta! ¡Se acabaron los chocolates! ¡Tengo que ejercitarme más! Este torbellino de pensamientos le genera insomnio, que se prolonga más allá de esa noche, amenazando con robar su descanso durante los siguientes días.

La experiencia de Lía dista considerablemente de ser un caso aislado. Es probable que muchos adolescentes se acuesten cada noche cuestionando si su apariencia cumple con los estándares de aceptación impuestos por redes sociales o tendencias específicas.

En plataformas como Instagram y TikTok, los «trends» son tendencias virales que impulsan a los usuarios a recrear actividades temáticas, desde bailes y tutoriales de maquillaje hasta cambios de ropa e imitaciones de celebridades.

El «trend» que captó la atención de Lía se ha viralizado debido a la controversia generada por videos donde mujeres delgadas se autodenominan de «complexión media». Esta última es una noción propia de las redes sociales y carente de rigor científico, que busca definir cuerpos femeninos entre las tallas convencionales (S y M) y las grandes (L y XL), aplicándose en redes a mujeres cuya talla oscila entre las pequeñas y el mínimo de las grandes.

El término de complexión media se utiliza en las redes de manera poco realista en relación con la propia percepción corporal, lo que genera confusión e interpretaciones equivocadas sobre la propia imagen, como ocurrió en el caso de Lía.

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Esta tendencia evidencia la presión y el escrutinio sobre la imagen corporal en las redes sociales, donde la categorización errónea del físico puede generar comparaciones dañinas y reforzar estándares de belleza poco realistas especialmente en poblaciones adolescentes.

Algunos usuarios que ven estos contenidos señalan la diferencia entre la apariencia de quienes aparecen en los videos y su descripción, con mensajes como: «No eres de complexión media, eres delgada», «ojalá tuviera tu complexión media», o «tienes una figura muy definida para ser de complexión media». 

Este escenario nos lleva a una reflexión, tanto individual como colectiva, sobre el impacto de las tendencias en redes sociales. Mientras que para algunos usuarios estas tendencias representan una oportunidad para aumentar la visibilidad de sus perfiles, para otros pueden desencadenar inseguridades y temores relacionados con su imagen corporal. Esto plantea una pregunta crucial: ¿Cuál es el verdadero efecto de las redes sociales en la autopercepción de la imagen corporal de los adolescentes en la actualidad?

Estudios recientes indican que las adolescentes son significativamente más vulnerables que los adolescentes varones (en una proporción de 9 a 1) al impacto negativo en su bienestar psicológico, debido a la presión por la imagen y la validación externa. Otros estudios han identificado una creciente correlación entre el uso frecuente de redes sociales y la incidencia de trastornos de la conducta alimentaria en jóvenes adolescentes.

¿Qué hacer?

Si eres adolescente y te has sentido insegura/o con tu cuerpo después de ver redes sociales, aquí te presento algunas alternativas: 

  • Mentalidad crítica: uno de los primeros pasos a dar es cuestionarte si lo que estás viendo es cierto. Ten presente que las imágenes y videos de las redes son frecuentemente editados y seleccionados para causar impacto visual, alterando la realidad, como puede serlo el uso de filtros. 
  • Verifica tu consumo de redes: establecer límites y horarios te podría ayudar a regular la exposición prolongada al celular y por tanto, a contenido adictivo. 
  • Reflexiona sobre tu algoritmo: recupera el control de tu experiencia en redes sociales y prioriza tu bienestar emocional, identificando activamente aquel contenido que te genere malestar o emociones desagradables. Una vez reconocido, puedes deslizar rápidamente para evitarlo, utilizar las opciones de la plataforma para bloquearlo, o indicar que es un contenido «no deseado». Al implementar estas acciones, no solo moldeas un entorno digital más positivo y alineado con tus necesidades, sino que también fortaleces tu salud mental. 
  • Trabaja en fortalecer tu autoestima y autopercepción: Aprecia tus particularidades internas y reconoce la belleza de tu aspecto físico, aquello que te resulta atractivo. Un buen hábito es dedicarte afirmaciones positivas sobre cómo te ves y cómo te fue durante el día cada vez que te veas en un espejo o te reflejes sobre una superficie. 
  • Busca apoyo: si consideras que el uso de redes y otras plataformas digitales está impactando de forma negativa en tu percepción y autoestima, considera hablar con un adulto de confianza y solicita atención psicológica en caso de que quieras mayor orientación. No estás sola o solo en este proceso. 

El caso de Lía ilustra el impacto psicológico de las tendencias de redes sociales en la autopercepción adolescente. La internalización de estándares de belleza no realistas y la comparación social en aumento pueden generar contradicción entre cómo una persona se ve realmente y cómo se percibe, afectando negativamente la imagen corporal y la autoestima.

Es fundamental fomentar el desarrollo de habilidades de pensamiento crítico y estrategias de regulación emocional en niños, niñas y adolescentes, así como en los jóvenes, para mitigar estos efectos y promover una relación más adaptativa con el entorno digital.

Nohelia Peñaloza

Nohelia Peñaloza

Psicóloga parte del equipo del Servicio de Atención Psicológica de Cecodap "Creciendo sin Violencia"

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