Ya somos 6,5 millones de venezolanos fuera de las fronteras. Según las estadísticas de Cecodap para 2019, al menos 1 de cada 5 migrantes deja un hijo en Venezuela.  A través de las consultas que recibimos en el Servicio de Atención Psicológica hemos notado que cuando los que emigran son padres de familia, por lo general dejan a sus niños, niñas o adolescentes (NNA) al cuidado de los abuelos. Esta tarea representa un desafío para las personas de tercera edad que no se esperaban ser responsables de la crianza en esta etapa de sus vidas.

Ciertamente los abuelos pueden transmitirles a sus nietos experiencias y tradiciones. También son personas que probablemente pueden compartir más tiempo con los niños. A su vez, tener a sus nietos en sus casas, los abuelos se mantienen ocupados y los hace sentir útiles. 

Sin embargo, no todo es positivo porque, así como los NNA se ven afectados en distintas aristas de su vida por la migración de sus padres, los abuelos no están preparados para asumir la responsabilidad de hacerse cargo de sus nietos. Un cambio, que en algunas ocasiones ocurre sin previo aviso.

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Una tarea dulce amarga

Es normal que, a partir de cierta edad en la vejez, la resistencia física y la energía vayan disminuyendo, así como sus habilidades auditivas, visuales, entre otras, así como también aumentan los problemas de salud. La sobrecarga de funciones, como las que amerita la crianza de un niño, puede agravar problemas de salud o crear unos nuevos. Por lo general, los abuelos pierden algunas destrezas que se necesitan para cuidar de sus nietos y la verdad es que ellos suelen ser muy demandantes. 

La incapacidad de responder a todas las necesidades de los niños o el hecho de no tener la autoridad que tienen las figuras paternas, puede producir mucho estrés en los abuelos, frustración o incluso ansiedad por no saber o poder manejar la situación. 

Todos estos aspectos mencionados pueden crear conflictos con los hijos que emigraron, sobre todo por la forma en que los abuelos atienden a sus nietos, sin embargo, todo se podría evitar si el rol de cuidador principal no se hubiera traspasado de manos.  

En esta situación, muchos adultos mayores se ven forzados a cuidar a los nietos por circunstancias familiares y nunca pensaron que les tocaría esa tarea tan importante y demandante. Algo que estresa mucho es el peso que cargan por las clases de los niños, ya que no todos los abuelos tienen las herramientas para enseñar o simplemente no cuentan con el conocimiento para ayudarlos a realizar sus tareas. 

Al final del día, los abuelitos quedan agotados, sin energía para hacer más nada y les cuesta recuperarse. Gran parte de ellos no saben cómo decir que necesitan un descanso y por eso, dejan de lado las actividades de autocuidado que los ayuda a distraerse, lo que no juega a favor de su salud mental. 

¿Estás en esta situación?

Para concluir, esta situación es algo que en Venezuela se está viendo cada vez con mayor frecuencia.

Si eres un abuelito/a que está viviendo esta situación pues te recomendamos tener en cuenta lo siguiente: 

• Aprende a reconocer tus propias limitaciones
• Sé sincero/a con tus hijos y expresa cómo te sientes realmente, de este modo podrán entender lo que estás pasando
• Si lo que quieres es ayudar, busca el bien superior y mantente sano y feliz, es el mayor favor que le puedes hacer a tus hijos, nietos y a ti mismo.
• Vela por tu salud: está bien pedir ayuda cuando es necesario.
• No abandones actividades placenteras, como ir a caminar, hablar con amigos, realizar talleres, cursos, etc. para tener más disponibilidad para cuidar de tus nietos. 
• Intenta no desgastarte tanto.