Vacaciones en cuarentena, nueve recomendaciones de Óscar Misle

De las clases en línea pasamos a las vacaciones virtuales. Una transición compleja. Ha sido un proceso difícil para las familias lidiar con las asignaciones escolares en la casa. Se pretendió convertir cada casa en una escuela y las familias se quejaron porque no tenían las competencias para convertirse en maestros con las herramientas necesarias para acompañar a sus hijos en las asignaciones académicas.

Hay que reconocer que ha sido heroico para los niños y adolescentes estar más de cuatro meses aislados, sin poder contactar físicamente a sus compañeros de clase, amigos, familiares, sin poder salir a un parque o realizar un paseo como la forma de prevenir el contagio con el coronavirus.

Hemos vivido en la familia momentos de mucha tensión por todo el estrés que genera la incertidumbre de no tener respuesta a las preguntas que nos hacen nuestros hijos en relación a cuándo terminará esta situación y podremos volver a la normalidad.

Ciertamente hubo un proceso de flexibilidad en algunos centros educativos después de darse cuenta del exceso en el que cayeron al inicio de la cuarentena; sin embargo hubo casos en que se mantuvo la inflexibilidad y las quejas de los padres y representantes por el agotamiento que exigió asumir esta responsabilidad. .

Cierre de ciclos

Al finalizar el año escolar es importante el cierre de ciclos, entendiéndose por ello el mantener la simbología y rituales propios de estos momentos. Felicitar a los niños y adolescentes por haber logrado culminar su año escolar en estas condiciones, con gestos y detalles que hagan visible el orgullo de saber que lo lograron es importante para su motivación, especialmente ahora que se inician las vacaciones virtuales.

Este período por su particularidad requiere hacer un cambio en la rutina. Las asignaciones escolares ya cumplieron su momento. No podemos caer en la tentación de pensar que para ocupar el tiempo deben seguir haciendo tareas de contenido académico.

Las tecnologías seguirán siendo las aliadas para que los niños puedan seguir vinculándose con sus compañeros, amigos, familiares y una alternativa para su recreación, siempre y cuando pueda haber seguimiento. Pueden quedar atrapados por las pantallas del televisor, computadoras y video juegos; intoxicándose de contenidos inconvenientes para su salud emocional.

Estar para ellos

Hay que estar atentos de que lo virtual no sustituya el vínculo y la comunicación con las familias, el compartir actividades, intercambiar.

Si hay cambios en el estado anímico por la frustración de no poder hacer en vacaciones lo que usualmente hacían y esto le genera tensiones hay que buscar espacios para conversar y poner en palabras lo que emocionalmente sienten.

Nos toca una situación muy compleja por las carencias y deficiencias de servicios públicos, conectividad, limitaciones económicas, que pueden afectar la convivencia familiar y comunitaria.

En Cecodap contamos con un Servicio de Atención Psicológica (SAP) para la atención gratuita, psicosocial de niños y adolescentes.

Se suelen esperar con ansias las vacaciones. Un momento que nos permita cambiar la rutina, hacer cosas distintas y emocionantes que le pongan color a la cotidianidad.

Sin embargo, en estos momentos el reto es mayor para las familias. Este largo período de vacaciones puede convertirse en un “dolor de cabeza” al no saber qué hacer con sus hijos, especialmente si les toca trabajar.

En estos períodos por la cantidad de tiempo libre, la dinámica familiar cambia, los horarios se tornan más flexibles a la hora de levantarse o ir a la cama, comer, recrearse o jugar; estos cambios pueden generar estrés, a veces difícil de manejar.

Puede preocupar que tanto tiempo de ocio haga que olviden lo que aprendieron durante el accidentado año escolar y les asusta que “pierdan tanto tiempo”. Surge la tentación de ponerlos a realizar actividades de nivelación inscribiéndolos en cursos y talleres en línea. Iniciativas que no suelen ser muy del agrado de los niños y niñas pues sienten que les impide hacer un corte que permita experimentar con actividades diferentes a lo que comúnmente se asignan en la escuela.

¿Qué podemos hacer?

  1. Convertir el arte un en aliado estimulándolos a expresarse con dibujos que pueden convertirse en cuentos que se compartan con la familia. Podrían realizar tarjetas, cuadros con imágenes o escenas que obsequien a sus seres queridos o para decorar su habitación.
  2. Convertir las manos en posibilidades para crear realizando manualidades sencillas, títeres, porta retratos, porta lápices.
  3. Aprender a tocar un instrumento musical, participar en clases virtuales de danza o cualquier otro baile que sea de su interés.
  4. Colaborar con las tareas del hogar y compartir, en horarios acordados y que tengan como compensación el estar juntos, comunicarse mientras realizan las actividades domésticas.
  5. Redecorar el cuarto o algún lugar de la vivienda con el apoyo de los adultos pueden organizar la habitación de forma diferente, seleccionar lo que ya no utilizan y si está en buen estado donarlo y de esta forma se estimula la solidaridad.
  6. Ver películas juntos, reflexionar sobre el contenido, los personajes, la trama, para identificar qué opinan y sienten sobre lo planteado. Se puede estimular su imaginación preguntándoles qué hubiesen hecho ellos y ellas en esa situación.
  7. Participar en planes vacacionales virtuales. Son una buena oportunidad para que los niños y las niñas puedan recrearse y socializar a distancia con otros niños y niñas. Se puede investigar cuáles organizaciones o empresas tienen propuestas en este sentido. Puedes revisar nuestras opciones aquí.
  8. Visitar familiares, pasar unos días juntos, como por ejemplo, tíos, primos para compartir y propiciar el acercamiento.
  9. Mantener las medidas de prevención. Lavarse las manos con agua y jabón, usar tapabocas, mantener la distancia física debe ser permanente durante este periodo especialmente cuando haya la necesidad de salir a la calle.

Óscar Misle Cecodap

Escrito para Caraota Digital.