Dar calidez y estructura a nuestros hijos | Parte III

En artículos pasados ahondamos sobre qué significa la disciplina positiva y que bondades tiene para la crianza sin violencia. Comentamos además de que este modelo tiene cinco fundamentos claves, que nos ayudan a aplicarlo en casa. Uno de ellos son dos características que van de la mano: calidez y estructura.

Hagamos un repaso. El objetivo principal de la disciplina positiva es darnos herramientas a padres, madres, cuidadores, docentes y población general sobre cómo podemos ayudar a nuestros niños a desarrollarse de forma saludable. También busca guiarlos en el aprendizaje de cómo autorregularse en diferentes situaciones que pueden presentarse en su día a día. Seguro que ahorita tenemos desafíos diariamente con nuestros hijos. 

La disciplina positiva consta de cinco partes fundamentales: 

  1. Identificación de objetivos a largo plazo.
  2. Brindar calidez. 
  3. Brindar estructura.
  4. Entender cómo piensan y sienten los niños, niñas y adolescentes. 
  5. Resolución de problemas. 

Calidez y estructura

Ya planteamos que podemos usar una analogía para entender más rápido el modelo de disciplina positiva. La casa ideal, queremos construir el hogar en el que vamos a vivir, la casa soñada.

Si nos vamos a esa metáfora, calidez y estructura serían el martillo, la pala, el taladro; es decir las herramientas de construcción que necesitaremos para manipular los materiales más adelante. Debo utilizarlas todas, no puedo construir mi casa ideal sólo con un martillo. Entonces aquí aplica igual, debemos tener ambas de la mano, no podemos trabajar sólo con una de ellas.

Cuando hablamos de calidez nos referimos a crear un ambiente donde los niños se sientan seguros, sin importar lo que hagan. Fíjense cómo es muy importante actualmente, en un mundo donde estar fuera de casa no se siente seguro y que está bajo amenaza. Entonces, el ambiente dentro de casa tiene que garantizarles que se sientan seguros y queridos, deben saber que no los vamos a herir ni física ni emocionalmente. El amor y la atención a nuestros hijos no se negocia. Deben sentirse apoyados y queridos independientemente de su comportamiento. 

Al hablar de estructura nos referimos a darle información a los niños para que entiendan y aprendan. Se trata de comunicación no de dar castigos. Es escuchar a tu hijo, entender y respetar sus sentimientos y mirar las cosas desde su punto de vista.

En estos tiempos es importante que no los amenacemos porque eso genera miedo hacia nosotros y si nos temen no van a compartir sus sentimientos con nosotros. Además, si eso que no nos cuentan queda dentro de ellos van a explotar. Deben saber que estamos ahí para apoyarlos, no para castigarlos, dándoles siempre directrices claras de comportamiento e información sobre lo que esperamos de ellos en este tiempo de cuarentena. Además, poder construir las normas de la casa en conjunto es una estrategia fundamental para que se sientan parte de la dinámica familiar

Puedes leer el seriado completo aquí.