¿Podemos entender cómo piensan y sienten los niños, niñas y adolescentes? | Parte IV

En artículos pasados ahondamos sobre qué significa la disciplina positiva y qué bondades tiene para la crianza sin violencia. Comentamos además de que este modelo tiene cinco fundamentos claves, que nos ayudan a aplicarlo en casa. Uno de ellos tiene que ver con entender cómo piensan nuestros hijos.

La disciplina positiva consta de cinco partes fundamentales: 

  1. Identificación de objetivos a largo plazo.
  2. Brindar calidez. 
  3. Brindar estructura.
  4. Entender cómo piensan y sienten los niños, niñas y adolescentes. 
  5. Resolución de problemas. 

En esta parte vamos a trabajar con los materiales de nuestra casa ideal. Entender que todos los materiales son diferentes y hay que abordarlo de diferentes maneras va a ser fundamental, por ejemplo es diferente cómo vamos a manipular el vidrio, a cómo vamos a manipular un ladrillo. Así mismo son las diferentes etapas evolutivas donde se encuentran mis hijos, donde cada una tiene sus propias necesidades. Resulta importante entender sus sentimientos y perspectivas, mientras mejor entendamos cómo se sienten y qué piensan, mayor apoyo les daremos en estos tiempos. 

  • Primera Infancia

Al hablar de la primera infancia debemos saber que ellos no tienen el conocimiento sobre lo que está pasando ahora, perciben el miedo o preocupación que escuchan en nuestras voces pero no entienden muy bien lo que pasa, además que se les dificulta poner en palabras lo que están sintiendo para darle sentido. Seguramente necesitarán nuestra presencia ahora más que nunca sólo para sentirse seguros, por lo que probablemente se apoyen más en nosotros, llamen más nuestra atención, puede que no quieran que nos vayamos de su lado. Tampoco entienden por completo de qué se trata un virus y los cuidados que hay que tener, por lo que no van a entender por qué debemos permanecer en casa, por qué no pueden ver a sus amigos o ir al colegio, o por qué hay que lavarse las manos.

  • Segunda infancia

Para ellos aún es difícil expresar sentimientos complejos como miedo, angustia, preocupación, frustración, etc. Están acostumbrados a actividades al aire libre y quizás estén muy decepcionados de la cancelación de celebraciones y eventos importantes, así que se sentirán frustrados, sobre todo mientras más pasa el tiempo, dirán más “NO”. Debemos entender que esto no se trata de un mal comportamiento, es una reacción humana natural a la frustración, decepción y confinamiento. No entienden por completo lo que está pasando y no saben manejar estos sentimientos complejos.

Otro tema a considerar es que quizás hablen más sobre la muerte, sobre todo si dejamos las noticias encendidas y ellos escuchan las cifras de muertes subir cada día y escuchan nuestras preocupaciones. Algunos quizás escuchen sobre la muerte por primera vez durante estas circunstancias tan estresantes, esto los puede alterar. Esto es fundamental comprenderlo porque es un sentimiento que puede expresarse con dolores de cabeza, dolor de estómago, problemas para dormir, no quieran estar solos o tengan pesadillas. Los niños que no quieren ir a dormir probablemente estén asustados de quedarse solos en la oscuridad y tendrán la necesidad de estar cerca de los adultos significativos para sentirse seguros, esto no es mal comportamiento, es una reacción normal al miedo. Si nosotros los adultos nos pasa que esta circunstancia nos puede hacer actuar diferente nuestros niños también lo están sintiendo, y sigue siendo un comportamiento normal ante las circunstancias. 

Hay diferentes maneras en que nuestros niños pueden reaccionar ante la pandemia, pero esto va a depender de su temperamento. Si los niños tienen alto nivel de actividad, estar encerrados probablemente los haga sentirse muy frustrados y se nos dificulte mantenerlos dentro de la casa, sin embargo, esto no es mal comportamiento.

  • Preadolescentes y adolescentes

Cuando hablamos de adolescencia, entendemos que están comenzando a separarse de nosotros y necesitan esa independencia, tienen la necesidad de pasar tiempo con sus amigos, no entienden por completo que pueden ser contagiados o contagiar a otros. Se sienten invencibles así que pueden resistir el distanciamiento social, no porque sean malas personas, sino porque necesitan el contacto social. La expresión de sus emociones también puede resultar difícil para ellos porque no quieren preocupar a la familiar, o tengan miedo que no los tomemos en serio, incluso pueden pensar que expresar cómo se siente hace que todo se vuelva real y no se sientan preparados, todo esto pueden expresarlo con rabia o estar molesto contigo, con la situación y con todo el mundo. 

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