Debate en la OMS: ¿Los niños ya pueden entonces volver a frecuentar a sus abuelos?

¿Pueden los niños volver a clases? Estas fueron algunas de las cuestiones abordadas este lunes 18 de mayo en los debates virtuales de los 194 países miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por primera vez una versión abreviada de su asamblea general centrada en la evolución del coronavirus.

Después de lo vivido en los cuatro meses transcurridos desde que el nuevo coronavirus  que apareció fuera de China, si algo está claro es que el riesgo cero de infectarse con él no existirá y que para reanudar una vida más o menos normal tendremos que aceptarlo. La doctora Sylvie Briand, responsable de la gestión de riesgos infecciosos en la OMS, explica que sólo entendiendo bien los modos de transmisión se podrá minimizar el riesgo.

Pese a las más de 300.000 muertes confirmadas por este coronavirus, las comparaciones con la gripe estacional no han cesado, a lo que Briand responde que la gran diferencia es que para la gripe existen antivirales y vacunas, mientras que para la COVID-19 no hay ni tratamiento ni vacuna.

El rol de los niños en la propagación de la pandemia todavía no está del todo claro, pero en varios países de Asia y Europa están retornando a los colegios porque se considera que son responsables de una parte mínima de contagios ¿Los niños ya pueden entonces volver a frecuentar a sus abuelos?

Es cierto que los niños pueden ser portadores y transmitir el virus sin tener síntomas. Un niño puede estar infectado sin saberlo, así que si los abuelos son personas de alto riesgo hay que tomar precauciones suplementarias, como mantener la distancia física. Sabemos que es frustrante, pero es mejor que enfermar gravemente. Los abuelos pueden usar máscaras y mientras el virus esté con nosotros lo mejor será no abrazarse ni darse besos.

En las escuelas es difícil para los niños mantener la distancia física y es cierto que el hecho de que los niños estén juntos aumenta el riesgo de que se transmitan el virus, pero lo que está claro es que si un niño está enfermo sus posibilidades de transmisión aumentan y por eso debe quedarse en casa.

Nunca podremos reducir el riesgo a cero y si intentamos hacerlo nunca reanudaremos una vida normal. Habrá un pequeño riesgo y lo importante es saber gestionarlo lo mejor posible, evitando que ese riesgo tenga consecuencias nefastas. Por eso es tan importante que la gente entienda cómo este virus se transmite y qué puede hacer para reducir el riesgo al máximo, pero todos tendremos que aceptar que el riesgo persistirá.

Artículo publicado en Efecto Cocuyo. Lea más aquí.