Vivimos un contexto inusual que llevó a todos a trabajar desde casa. Por lo que la motivación puede verse afectada debido a este cambio de ambiente. Por eso te damos unas recomendaciones para motivar a los niños, niñas y adolescentes a cumplir con las tareas, y a su vez incrementar la motivación interna o externa para que al hacerlo no sea visto como una obligación.
Hay autores que plantean que la definición de cualquier proceso de aprendizaje se basa en el incremento de las capacidades de los alumnos, y esto se puede conseguir haciéndoles disfrutar con el proceso. Al percibir la enseñanza como algo entretenido, los estudiantes suelen involucrarse en ella, interactuando con los compañeros y con el profesor para plantear dudas, buscar información y, en última instancia, superar la asignatura.
¿Qué hacer con niños o adolescentes?
Adaptar un espacio en el hogar para hacer tareas. Al adecuar un espacio en el hogar para que tanto el niño y adolescente estudien, le será más fácil asociar las actividades académicas dentro del hogar. Así podrá hacer las actividades de manera adecuada. Es importante que en este espacio haya la menor cantidad de distractores posibles (tv, juguetes, computadora, etc.), para que logre concentrarse adecuadamente en las actividades. Esto también funciona para crear hábitos de estudio.
Incluirlo en el establecimiento del plan de estudio. Es importante que los niños y adolescentes se sientan incluidos en el plan de estudio para que sientan que su opinión es tomada en cuenta y logre una mayor motivación para realizar la actividad. Esto involucra el espacio para realizarla, horarios a cumplir, entre otros. Los padres estarán presentes para asegurarse de que cumplan con su responsabilidad con la que estuvo de acuerdo.
Establecer horarios de estudio. Al crear un horario para hacer las tareas asignadas en el hogar, especialmente si se establece el mismo horario en el que veía clases, el estudiante le será más fácil adaptarse a hacer tareas en el hogar. Es importante destacar que puede haber momentos de recreación durante las tareas, pero estos deben ser preestablecidos para generar en el niño un hábito de estudio adecuado. En el caso particular de los adolescentes es necesario dar mayor libertad para que él genere en sí mismo la motivación interna de cumplirlo.
Felicitar cuando se hacen las tareas adecuadamente. El que el estudiante se sienta gratificado por su esfuerzo les genera motivación a continuar con las tareas en el hogar. Por esto, las recompensas deben ser consecuentes con el esfuerzo del niño y debe estar dentro de las posibilidades. Si se da una gran recompensa para el primer día de tareas y no en el segundo generará desmotivación. Entre las opciones pueden ser: ver televisión, juegos de mesa o electrónicos o felicitación verbal. Con los adolescentes por ejemplo, se puede plantear que tiene hasta las 2:00 pm para hacer la tarea y en caso de cumplirla entonces podrá estar mayor tiempo en la computadora o haciendo alguna actividad que le guste. En caso de no hacerlo entonces habrá mayor presión de los padres para que lo cumpla.
Estar atentos a las emociones del niño. Es fundamental tomar en cuenta el estado emocional del niño y adolescente en el hogar. Se tiene que tener en cuenta que esta es una nueva dinámica a la que el estudiante no está acostumbrado. Por lo tanto hay que tener paciencia para que el niño logre adaptarse adecuadamente a esta dinámica y brindarle apoyo emocional cuando lo necesite y así lograr mayores resultados. Esto ayudará a que los estudiantes logren cumplir con las tareas y al mismo tiempo generarles una relación de confianza donde puedan expresarse libremente y poder ayudarlos cuando lo necesiten.
Brindar apoyo de los padres para realizar las tareas. Con los niños es importante sentir que tienen una figura adulta capaz de ayudarlos al momento de tener una dificultad, para que así tengan mayor confianza para hacer las actividades. En caso de que el adolescente no quiera que los padres se involucren en sus actividades es suficiente con plantear su disponibilidad a ayudarlos en caso que lo requieran.
Mostrar la funcionalidad de las tareas. Esto puede hacerse tanto desde los padres como desde los maestros. Cuando el estudiante conoce el porqué de la tarea que está haciendo, le será más fácil encontrarle un sentido a su esfuerzo y podría generar mayor motivación a completarla.