Abuso sexual, más cerca de lo que creemos

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La violencia sexual
es más común de lo que creemos.
La mayoría de las veces
la cometen personas cercanas.

Un adolescente de 17 años declaró en enero de 2020 que estranguló a un sacerdote porque abusaba de él sexualmente desde hacía 3 años. La noticia tomó las redes sociales y el abuso sexual se convirtió en protagonista de le noticia. El hecho es que la víctima pasó de víctima a victimario. Fue privado de libertad. Ese hecho colocó de nuevo el tema sobre la mesa. Se puso el dedo en la llaga. Una herida abierta e infectada por delitos de este tipo en el seno eclesial.

El papa Francisco ha pedido que se actúe con firmeza contra los clérigos que hayan cometido abusos sexuales sobre menores de edad. Pidió que sean llevados ante la justicia. El papa pone el dedo en uno de los delitos que más daño ha hecho a la Iglesia en los últimos años. Son muchas y frecuentes las noticias de abusos sexuales perpetrados durante décadas por clérigos católicos en países de todo el mundo y ocultados por sus superiores. Como dijeron a su predecesor en el cargo, Joseph Ratzinger, las asociaciones de víctimas replican que quieren hechos y no solo palabras.

La Ley Orgánica para la Protección del Niño, Niña y Adolescente (Lopnna) establece que quien realice o participe en actos sexuales con adolescentes, sin su consentimiento, será penado; sin embargo, hay que considerar que no siempre él o la adolescente está preparado para defenderse del acoso de otras personas y detrás de un aparente consentimiento puede haber miedo, vulnerabilidad, intimidación.

Ciertamente quienes son más agredidas son las mujeres; pero también se da la violencia sexual contra varones y tiende a silenciarse especialmente cuando es perpetrada por otro hombre, por temor a que se pueda poner en duda la orientación sexual de la víctima por todos los prejuicios sociales existentes.

¿Por qué pasa?

Poco se habla sobre la sexualidad, por desconocimiento los adolescentes pueden ser víctimas de hostigamiento sexual, personal o virtual, pudiendo sufrir un daño físico o emocional que se guarda en secreto, no se denuncia.

A raíz del caso del adolescente que asesinó al clérigo, Tarek Williams Saab, fiscal designado por la llamada Asamblea Nacional Constituyente, señaló que
desde su arribo a la Fiscalía han conocido 8.966 casos, 837 órdenes de aprehensión, 4.335 imputados, 3.289 acusados, 1.389 con sentencias condenatorias. Cifras que con seguridad son un subregistro; la cantidad debe ser mayor.

Los medios de comunicación y redes sociales, las series de televisión, páginas de internet pueden presentar información que confunde a los adolescentes en el ejercicio de su sexualidad.

En las familias y centros educativos son pocas las oportunidades, con algunas excepciones, para hablar sobre este tema.

A veces no diferenciamos lo que es sexo, sexualidad y género.

El sexo, es la condición biológica con la cual nacemos: hombre o mujer. La sexualidad, es todo lo que somos: la forma en que hablamos, vestimos, nos relacionamos, sentimos. No solo es, como a veces se piensa, tener genitales diferentes.

El género, es lo que aprendemos y aparentamos desde nuestros primeros años, cómo se comporta un hombre o una mujer. Cómo sienten, qué les gusta o disgusta, cómo expresan sus sentimientos, lo que les está permitido o prohibido, cuáles son las actividades propias del hombre y la mujer, qué tipo de profesiones elegir, deportes a realizar, etc. Es un condicionamiento cultural que con frecuencia genera dificultad en las relaciones porque más que lograr acercamientos genera polaridad en los intereses, prejuicios, represiones. Son mandatos binarios que generan injusticias inequidades con violación de derechos a quienes no entran en esos patrones.

¿Qué es el abuso sexual?

Es toda acción, en la que una persona con más poder utiliza a otra, para satisfacerse sexualmente. El abusador puede realizar el acto mostrando los genitales, invitando a otros a participar en videos o películas pornográficas, manoseos, masturbación, penetración anal o genital con objetos o partes del cuerpo (dedos, pene). La violencia sexual también se expresa a través de la explotación sexual cuando los y las adolescentes son utilizados para obtener dinero o cualquier otro beneficio a cambio del intercambio sexual.

El abuso sexual puede realizarse con violencia, amenazas, engaños o a cambio de privilegios, premios.

Según la ley, todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a ser protegidos y protegidas contra cualquier forma de abuso o explotación sexual (Art.34 Lopnna).

Con el auge de las nuevas tecnologías, la violencia sexual ha tomado las pantallas y los adolescentes pueden ser acosados virtualmente por personas que incluso falsean su identidad (sexo, edad…) para chantajear emocionalmente a sus víctimas. Mientras más vulnerable sea el adolescente porque se siente solo, abandonado o tiene adicciones, más posibilidades habrá de que sea “presa fácil” de las ofertas engañosas que puedan realizarse a través del ciberacoso.

La naturalización de la violencia también toca lo sexual. Se asume como normal que el varón pueda presionar a la chica para que tenga relaciones sexuales u obligarla a que no utilice protección en nombre del amor y desde la adolescencia comienzan a realizar abusos que no son percibidos por ellos como hechos violentos.

¿Qué se puede hacer?

– Informar sobre salud sexual y reproductiva. todos los adolescentes tienen derecho a ser informados y educados, en salud sexual y reproductiva. Se deben garantizar servicios y programas que sean accesibles económicamente, confidenciales y que resguarden el derecho a la vida privada de los adolescentes. Los mayores de 14 años tienen derecho a solicitar y recibir por si mismos los servicios (Art. 50 LOPNNA).

– Denunciar situaciones de violencia sexual. Estas prácticas constituyen un delito que no puede ser resuelto a través de conciliación o negociación con el victimario.
Si la víctima es un adolescente puede hacer la denuncia y solicitar apoyo en un Consejo de Protección para que este remita a la Fiscalía y se realice el procedimiento correspondiente. Si el victimario es un adolescente, debe dar cuenta de sus actos ante el Sistema Penal de Responsabilidad del Adolescente. No basta con hacer la denuncia y que se determinen los responsables. Es necesario que la víctima cuente con apoyo psicológico oportuno.

– Promover actividades formativas. En los centros educativos se pueden realizar cine foros, grupos de reflexión e intercambio, campañas, obras de teatro… en los que se pueda plantear la problemática del abuso sexual: cómo se manifiesta, cómo se sienten los involucrados, dónde acudir para solicitar información. De igual forma se pueden realizar trabajos de investigación o tener contacto con expertos que orienten sobre la violencia de género.

– Orientar sobre el uso adecuado de internet. Es importante que los adolescentes sepan que así como internet y las redes sociales tienen muchas ventajas, también abundan los riesgos. Hay que alertarlos sobre los peligros de difundir información personal, comentarios erotizados, imágenes con poca ropa, desnudos que puedan ser utilizados por otros usuarios afectando la privacidad, integridad psicológica o reputación.

– Muchas veces las adolescentes colocan en las redes sociales imágenes sin ropa que socializan con sus novios, sin darse cuenta que una vez que finalice la relación esas mismas imágenes que se hicieron en nombre del amor pueden ser utilizadas por su ex pareja para vengarse.

Mitos o creencias existentes

– Las víctima son las mujeres ciertamente en la mayoría de los casos las víctimas son mujeres, pero también los varones son abusados, solo que no se denuncia (si fue un hombre quien abusó) por temor a que se ponga en duda su orientación sexual de la víctima.

– Solo por la noches. Falso, se da en cualquier lugar y a cualquier hora del día.

– Solo abusan los hombres. Falso. También las mujeres abusan sexualmente.

– Son persona desconocidas. Falso. En la mayoría de los casos son personas
cercanas y de confianza.

– Se cambia la orientación sexual. Falso. El abuso no cambia la orientación
sexual del abusado. Lo que si puede pasar es que el abuso revele una orientación
sexual de la víctima encubierta.

– Se olvida con los años. Falso. Debe abordarse porque deja heridas profundas
que pueden afectar si no se trata a tiempo la vida sexual y emocional,
autoestima.

Hasta la próxima resonancia

Artículo publicado en Caraota Digital.

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