La palabra del día es preocupación. El acoso escolar es un fenómeno viejo en las escuelas del país, de ello no hay duda por parte de los docentes, directores y orientadores quienes asistieron a Cecodap para abordar las aristas de este problema y qué incidencia tiene la propuesta de Ley de Convivencia Pacífica para la Prevención y Protección a Niños, Niñas y Adolescentes contra el Acoso Escolar.

Este jueves 2 de junio, en la sede de Cecodap, asistieron más de 40 directores o representantes de diferentes sectores del Área Metropolitana de Caracas e incluso de los estados cercanos a la capital, Carabobo, Aragua y Miranda. En el encuentro confluyeron experiencias de instituciones públicas y privadas, así como laicas y religiosas.

Carlos Trapani, coordinador general de Cecodap, enfatizó que el objetivo del espacio era escuchar y entender las realidades que existen en las escuelas venezolanas. De esta manera, elaborar formas de prevención en conjunto que estuviesen ajustadas a sus necesidades.

En la dinámica planteada por los directivos de Cecodap (Fernando Pereira, Carlos Trapani, Abel Saraiba y Óscar Misle) se determinó que el acoso escolar despierta emociones a toda la comunidad educativa. Apareció la constante que apunta que la violencia escolar afecta también a docentes y que es necesario que este grupo de profesionales establezcan estrategias para abordarla, sobre todo cuando se trata de bullying.

Trapani resumió las intervenciones de los docentes en cuatro puntos fundamentales:

1. Reconocimiento de la necesidad de fortalecer las formas de gestión de este tipo de casos, unificar criterios y encontrar estrategias de seguimiento.

2. Deseo conocer a profundidad el proyecto de ley.

3. Recuerdan que las instituciones educativas, así como su independencia, deben ser respetadas.

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Conocer qué es el acoso escolar

Para Óscar Misle, las formalidades o la aplicabilidad de los manuales de convivencia se deben revisar y cuestionó que puedan ser tomados como prioridades ante la propuesta de ley. “Siempre escuchamos que la formación permanente de los docentes está en la mesa, pero, ¿es esta formación permanente o solo reaccionaria? Cuando se forman a los docentes es justo después de generarse un problema. Necesitamos profesores guías, orientadores y psicólogos en nuestras escuelas, sino cómo en la escuela se puede abordar mejor esta problemática”.

Misle señaló que se debe diferenciar el acoso escolar de la violencia escolar, que, si bien comparte ciertas características en cuanto a las agresiones, son diferentes dinámicas. “Aquí es cuando volvemos a usar la palabra ‘siempre’. En el acoso escolar siempre hay un ejercicio de poder, siempre hay testigos, siempre hay intención de causar daño al otro, siempre hay una relación entre el débil y el fuerte”, señaló.

Fernando Pereira, cofundador de Cecodap, ilustró la situación actual de los niños, niñas y adolescentes como un terremoto que dejó sus escuelas desprotegidas. “La pandemia fue un terremoto para todos, incluso para las escuelas. Sin embargo, no estaban preparadas para el tsunami del acoso escolar. Por eso, en vez de seguir con las tácticas prepandemia tenemos que cambiar”, sostuvo.

Por esta razón, Abel Saraiba recomendó a los directivos a no ver la relación con los padres como un campo de guerra. “Tenemos que entender que señalar culpables no es el camino, todos tenemos responsabilidades en el tema del acoso escolar. Pareciera insólito, pero si le preguntas a los padres donde está el problema te dirán que en las escuelas. Si le preguntas a los docentes, ellos enfatizan que en los hogares. Pero, cuando hablamos con los adolescentes, nos dicen que tanto en las escuelas como en los hogares. Por ello, tenemos que trabajar al unísono”, enfatizó.

Concluyó que se debe trabajar más la comunicación asertiva y reformar las relaciones entre los involucrados. “La premisa es partir de escuchar, para poder conducir cualquier tipo de intervención, a mí parecer que el acoso escolar es las formas de violencia más compleja que hay. Cecodap no tiene la respuesta única, tenemos que trabajarlo juntos”, sostuvo.

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El sentir de los docentes

Entre las principales emociones identificadas por los docentes en la actividad se destacó la preocupación, miedo, ansiedad e inseguridad. Los directivos coincidieron que esa gama de emociones aparece por la lógica represiva del Estado contra la comunidad educativa, cuyo principal vocero sería el Fiscal General de la República.

“Tenemos que conocer la ley (proyecto de Ley de Convivencia Pacífica para la Prevención y Protección a Niños, Niñas y Adolescentes contra el Acoso Escolar) para saber a qué nos enfrentamos. No basta con sólo imponer”, enfatizó uno de los participantes sobre el proyecto de ley impulsado por el fiscal general Tarek William Saab.

“La tarea de los docentes es titánica”, así lo expresó uno de los docentes en el espacio de encuentro cuando expuso sobre los principales problemas de los docentes y las instituciones en Venezuela. Señaló que no solo se debe recuperar el respeto a las escuelas, también generar más espacios de capacitación.

“Al Estado venezolano le debemos exigir no aprobar el proyecto de Ley de Convivencia Pacífica para la Prevención y Protección a Niños, Niñas y Adolescentes contra el Acoso Escolar hasta que sea reconocida, vista y aprobada por todos los gremios educativos. Nosotros los profesores tenemos a la Lopnna (Ley Orgánica para la Protección de los Niños, Niñas y Adolescentes)”, enfatizó.

Otra docente señaló que la creación de asambleas estudiantiles, como espacio reconocidos entre el plantel y los alumnos, podrían fungir como una especie de tribunal en donde los mismos estudiantes puedan solventar, apoyar y sancionar las conductas de sus pares. “Tenemos que rescatar el sentido de permanencia de los estudiantes y los padres. Un primer paso es que los estudiantes se sientan escuchados por nosotros”, agregó.

Abel Saraiba, coordinador adjunto de Cecodap, enfatizó que el apoyo psicosocial también tiene que estar dirigido a los docentes, quienes pasan mucho más tiempo con los estudiantes. “Nadie da lo que no tiene. En las respuesta de muchos de ustedes (los directores y directoras de las escuelas) hablaron de preocupación y miedo, pero no de esperanza. Una razón de esperanza es que ustedes estén acá hoy, buscando alternativas para abordar este fenómeno”, señaló.

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