Estar informados en tiempos de cuarentena, ¿es bueno o malo para nuestra salud mental? Vivimos constantemente bombardeados de distintos contenidos que generalmente son de nuestro agrado. Pero, en ocasiones, una contingencia genera que la diversidad de estos contenidos se limite. Sin saber cómo ni cuándo, toda la información que recibimos gira en torno a un mismo tema. Es posible que lleguemos al punto de sentirnos abrumados y estresados.
Ejemplos de estas situaciones hay de sobra, el más actual corresponde al brote del virus SARS-CoV-2, el cual genera la enfermedad COVID-19.
Esta contingencia de alcance mundial ha generado un estado de emergencia tal que ocupa una gran parte de las conversaciones, noticias y publicaciones. Es muy difícil escapar o tomar un descanso del tema. Menos ahora que tenemos un decreto de cuarentena en todo el país, a partir de este martes 17 de marzo. Esto limita de manera importante las actividades cotidianas que en otras circunstancias nos ayudan a mantenernos distraídos.
¿Qué nos pasa cuando nos exponemos a una sobrecarga informativa?
Entonces, podemos sentirnos encerrados y estamos propensos a ser bombardeados por noticias reales, falsas, alarmantes, cercanas y lejanas; pero, ¿cómo afecta esta situación en nuestra salud mental?
Cabe destacar que cada persona tiene características particulares que permiten que sean afectados en mayor o menor medida. En líneas generales, el sobreexponerse a información puede generar:
- Aumento de niveles de estrés y ansiedad.
- Sentimientos de frustración y tristeza.
- Sensación de desprotección y vulnerabilidad.
Para aquellas personas que han sido diagnosticadas con algún trastorno mental, estas consecuencias pueden ser más agudas y difíciles de sobrellevar. Si no son gestionadas de manera adecuada pueden generar episodios de crisis en la persona.
Por esta razón, Cecodap recomienda un uso moderado de las redes sociales. Significa que debemos utilizar de manera consciente y responsable estas plataformas, con el fin de mantenerse informado sin caer en exageraciones.
Algunas maneras de gestionar estas medidas pueden ser:
- Buscar información específicamente en fuentes confiables, haciendo un esfuerzo consciente de ignorar el resto de las publicaciones con procedencia dudosa.
- Dejar de seguir cuentas que publiquen informaciones falsas o que no hayan sido verificadas previamente. Estas publicaciones suelen propiciar la desinformación y contribuir al sentimiento generalizado de miedo, ansiedad y estrés.
- Establecer horarios en los que se utilizan las redes sociales con el fin de buscar información sobre los acontecimientos actuales.
- Buscar información con respecto a cómo gestionar el contenido que aparece en nuestras redes sociales, tales como Instagram o Twitter.
Aún me siento mal, ¿qué hago?
En Venezuela existen organizaciones dispuestas a realizar consultas de primeros auxilios psicológicos gratuitas vía telefónica, tales como la Federación de Psicólogos de Venezuela (@fpv_ve en Instagram) y el Servicio de Atención Psicológica de Cecodap (@cecodap en twitter e instagram).
Es importante mencionar que puedes buscar ayuda en estos centros, si luego de seguir las recomendaciones notas que no hay una mejora en tu estado de ánimo o que en principio consideras que ninguna de estas acciones puede ayudarte a sentirse mejor.
Recordemos que en tiempos difíciles, y especialmente en tiempos de epidemia, cuidar de nosotros implica cuidar al otro. Sigamos las instrucciones y quedémonos en casa para aportar nuestro grano de arena y salir pronto de esta contingencia.
