Con Alberth López son siete los niños y adolescentes muertos en tiroteos al oeste de Caracas

La violencia armada en la Cota 905 terminó con la vida de Alberth López, de 11 años de edad. No sobrevivió al tiroteo entre funcionarios de seguridad del Estado y miembros de la megabanda de «El Koki». Durante tres días, el estado de su cuerpo por el impacto de bala que recibió en la cabeza fue empeorando, debido a la falta de insumos médicos en el hospital Pérez Carreño. Allí falleció la tarde del domingo 11 de julio.

Versiones oficiales señalan que el conflicto armado dejó, para el sábado 10 de julio, 22 supuestos delincuentes muertos, 4 policías fallecidos y 28 heridos. Para la ministra Carmen Melendez no hubo inocentes fallecidos, detenciones arbitrarias ni desplazamiento forzado de decenas de familias por la violencia.

Alberth fue herido la tarde del jueves 8 de julio. La denuncia se hizo viral en las redes sociales. Tuvo una herida en la cabeza por una bala perdida. Entre los vecinos lo sacaron del barrio durante el tiroteo que no cesó hasta la mañana del viernes, cuando funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales (Faes), de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), y detectives del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc), tomaron el control del barrio.

Primero lo llevaron a una clínica de la Guardia Nacional Bolivariana, en El Paraíso. Le prestaron los primeros auxilios; sin embargo, las heridas eran graves y debían hacer una intervención quirúrgica en un hospital. Lo trasladaron esa misma tarde al hospital Pérez Carreño, en La Yaguara, donde permaneció en cuidados intensivos.

Sus familiares comenzaron a publicar el sábado 10 de julio solicitudes para buscar insumos; específicamente “3 Concentrado Globular grupo ORH (+)”. El diagnostico médico fue traumatismo cráneo encefálico, causado por un arma de fuego.

Los familiares de Alberth aún no conceden entrevista a los medios de comunicación, por lo que son pocos los detalles que llevaron a la muerte del niño a sus 11 años.

 

Morir joven

La muerte de niños, niñas y adolescentes durante los enfrentamientos armados entre funcionarios de la policía y miembros de bandas delictivas no es una novedad en los sectores de la Cota 905, La Vega y El Cementerio, durante el 2021.

Entre el 1 de enero y el 10 de julio de 2021, dos niños, niñas y adolescentes han fallecido producto de balas perdidas en enfrentamientos armados entre bandas delictivas y fuerzas de seguridad del Estado, según el registro llevado por Monitor de Víctimas. Solamente en las tres comunidades convertidas en zona de guerra: Cota 905, La Vega y El Cementerio.

Alberth López, víctima más reciente del intercambio de balas, y Diego Alejandro Infante, de 16 años de edad, quien falleció el 29 de junio de 2021, producto de una herida por bala perdida.

Sumado a estas muertes en este contexto también fueron asesinados cuatro adolescentes en presuntas ejecuciones extrajudiciales en enero de este año: Luis Alejandro Ramírez, Jonathan Efrén Durán González, Carlos Alfredo Hernández Hurtado y Jonathan Useche, todos de 17 años de edad.

Según una publicación del Monitor de Víctimas reseñada por Crónica.Uno el sábado 29 de mayo fue asesinado Weini Loyo, de 16 años, a quien se presume que un grupo de hombres le insistía para alistarse al grupo armado que opera en la zona, pero él se negó a esa propuesta. Otra versión, indica que los delincuentes lo sometieron durante varias horas y obligaron a su padre a subir a La Vega, pero esto no sucedió.

Detenciones arbitrarias

Funcionarios de las Faes detuvieron arbitrariamente a Yaneimy Suárez Coronado. Ella había sido pareja de Carlos Luis Revette, conocido como «El Koki» hace más de 15 años. Ambos tuvieron una hija, quien ahora tiene 15 años de edad. Ella también fue detenida el viernes a las 5:00 pm, según informó un familiar de las aprehendidas a la Agencia de Periodistas Amigos de la Niñez y Adolescencia (Agencia PANA).

Adicionalmente, en El Pitazo se publicó que familiares de Suárez enfatizaron que Yaneimy no guarda una relación con Revette, pues se separaron después de que nació su hija. Pidieron que ambas fuesen liberadas. Estaban detenidas en la sede del Faes ubicada en La Quebradita del 23 de Enero.

La Agencia PANA intentó contactar nuevamente a los parientes de las detenidas este lunes 12 de julio, pero no obtuvo respuesta. Hasta la noche del sábado 10 de julio, los familiares no habían denunciado la detención arbitraria ante la Fiscalía.