Docentes ven con preocupación la declaración dada por el ministro de educación del gobierno chavista Aristóbulo Istúriz, de postergar el inicio del año escolar para enero de 2021, si el la pandemia por coronavirus sigue avanzando en el país, ya que sería perjudicial para los alumnos eliminar el contacto durante cinco meses.
“Vamos a suponer que se decida iniciar en enero; me parece peligroso tener a los muchachos sin hacer nada estos meses”, aseguró a Efecto Cocuyo, la investigadora de Fe y Alegría, Luisa Pernalete, en entrevista telefónica.
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La opinión de Pernalete está sustentada en investigaciones que concluyen que si se si se rompe el lazo afectivo entre el alumno y el docente, o el alumno y la institución, “se agranda el abandono escolar”.
En agosto de 2019, el año escolar cerró con 30% menos de alumnos en el sistema, pero con las fallas de conectividad que supone la modalidad a distancia los docentes no han podido estimar cuántos niños, niñas y adolescentes han abandonado el sistema educativo.
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Cecodap alertó en abril que con el modelo de educación a distancia “existen riesgos de generar exclusión y desigualdades en el proceso educativo”.
Sor Alicia Boscán, presidenta de la junta directiva de la Avec, coincide con la profesora Pernalete en que es un peligro que los estudiantes se desmotiven. Boscán habla de “un proceso mixto” en el que no se sacrifica la presencialidad, ya que “la relación de los niños con otros niños es fundamental» en los procesos de aprendizaje.
