La prevención es la clave para evitar que el abuso sexual ocurra. Pero, ¿qué pasa cuando sospechamos que ya ocurrió?, ¿qué hacemos si nuestro hijo nos lo cuenta? Magdymar León, psicóloga clínica y directora de Asociación Venezolana para una Educación Sexual Alternativa (Avesa), recomienda una cosa: denunciar.
«La primera traba es en la propia familia porque no siempre se reconoce el delito. Pensamos que si no hubo violación sexual, penetración, no ocurrió un delito. Y sí lo hubo», dijo la especialista en una entrevista de #CecodapLive.
León expuso una investigación que realizó Avesa hace dos años. El estudio evaluó la capacidad de los consejeros de protección para identificar el abuso sexual. El resultado fue que los funcionarios solo se identificaba el delito cuando había evidencias físicas. «Los casos de abuso en los que hay esa evidencia son la minoría. Por ejemplo, ¿qué evidencia física hay en que se coloque a una niña de cinco años a hacerle sexo oral a un hombre?», manifestó.
El abuso sexual ocurre cuando una persona con una posición de poder (un adulto o un niño mayor) usa la coerción u obliga a un niño o niña a cualquier tipo de actividad sexual. El abuso sexual infantil es cualquier actividad sexual forzada entre un niño y alguien mayor.
«No es necesaria la penetración y a veces se piensa que sin un daño aparente, no podemos denunciar. ‘Es que yo no tengo nada, es su palabra en contra la del niño’. Pensamos que no tiene validez y eso no es así. No necesito pruebas para hacer denuncia y accionar el proceso de investigación», aseveró.
Cuerpos policiales, municipales y regionales; así como el Consejo de Protección de los Niños, Niñas y Adolescentes y Ministerio Público están facultados para atender casos de abuso sexual. Magdymar León agregó que una vez sea reseñada la denuncia se inicia la investigación.
«Desde la sociedad civil sabemos que ahí hay otra traba en cuanto a la credibilidad del hecho. Pero en realidad ningún funcionario tiene que hacer una evaluación del caso para hacer la denuncia. Deben ordenar los exámenes médicos y entrevistas, deben acudir al sitio de los hechos, hay que ver si es flagrancia. No tienen que prejuzgar la denuncia que se está haciendo ni poner en prueba la validez del testimonio», dijo.
Confianza en las instituciones
La falta de confianza en las instituciones del país es otro factor que aleja a las familias de la denuncia. Magdymar León indicó que Avesa y otras organizaciones buscan que las instituciones haya un abordaje adecuado y una celeridad en el acceso a la justicia para las víctimas de abuso sexual.
«Vamos a suponer que un hijo o hija enferma y tengo un sistema de salud deteriorado. Sé que no voy a recibir la mejor atención, pero estoy segura de que el padre llevará a su hijo al medico. Le estoy dando un mensaje a mi hijo de que estamos haciendo cosas para resolver el problema. Aquí aplica algo similar. Cuando la familia de una niña o niño no hace lo que se debe hacer, los deja en un estado de mayor indefensión. Los hace sentir que no están haciendo nada por él», afirmó la especialista.