Un nuevo debate sobre la educación sexual apareció en las redes sociales durante el fin de semana. La aparición de un adolescente junto a su madre influencer, en una transmisión en vivo en Instagram, puso a la opinión pública de cabeza. ¿Por qué? Uno de los temas centrales del Live era el uso de vibradores.
Este lunes, 22 de marzo, el psicólogo y coordinador adjunto de Cecodap, Abel Saraiba, fue invitado al programa Mucho que contar conducido por Ana Virginia Escobar para abordar cómo debe ser la educación sexual de los niños en casa.
«Educar sexualmente no significa exponer a nuestros hijos a contenidos sexuales apresuradamente», sentenció Saraiba durante la entrevista telefónica.
El psicólogo, quien también es psicoanalista, explicó que una forma saludable de transmitir estas informaciones es empezar por las dudas que tengan los niños, niñas y adolescentes. Puntualizó que a medida que nuestros hijos tengan preguntas relacionadas al sexo y a la sexualidad, nosotros podremos brindarles orientación al respecto.
«No es que ellos nos preguntan por A y nosotros respondemos hasta la Z, porque podemos caer en darles contenido que no está acorde a su etapa de desarrollo», puntualizó.
Saraiba recordó que los niños, niñas y adolescentes tienen derechos sexuales y reproductivos; así como derecho a obtener información y opinar. «Si bien es cierto que los adolescentes tienen derecho de explorar su sexualidad y sentir placer tenemos que ver de dónde vienen sus acciones. Una cosa es la inquietud y el autodescubrimiento, propias de la etapa, y otra cosa es lo que significa poner frente a los chamos contenidos para los que no están preparados», enfatizó.
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Consecuencias
Erotización temprana. Masturbación precoz. Iniciación sexual en la adolescencia. Embarazo adolescente. Estas son algunas de las consecuencias que pueden aparecer cuando los niños tienen una exposición a contenidos sexuales a edades tempranas.
Saraiba aconsejó que los padres evalúen la exposición a contenidos sexuales y sensibles. Sobre todo si se trata de redes sociales. Una de las cosas a reflexionar es qué reacción podrán tener los niños, cuál es el riesgo que corren y cuál será el impacto en ellos.
¿No lo hablamos?
El silencio en casa sobre la sexualidad también es un error. «Si un tema es tabú en casa, no se puede hablar, no se puede preguntar. Entonces, ¿qué va pasar? La duda no desaparece. El niño va a buscar la información en otro lado. Usualmente en sus amigos o en adultos que podrían no tener las mejores intenciones y den información que no esté acorde a nuestros principios como familia», dijo Saraiba.
En este caso, los riesgos de obviar el tema en casa pueden causar que el niño o adolescente se exponga a contenidos no aptos para ellos y genere consecuencias como no tomar prácticas seguras para vivir su sexualidad. «Ambos extremos se tocan en las consecuencias. ¿Cuál es la postura intermedia? Entender que los muchachos sí tienen derecho y necesitan información, pero debe ser apropiada en tiempo, en contenido, en calidad y también debe ser oportuna cuando la información es requerida. Si lo logramos hacer así, seguramente nuestros hijos van a tener mayores recursos para enfrentarse a este tema que genera angustia en la familia», agregó el psicólogo.
