Skip links

Escuelas de Carabobo sin herramientas ni personal suficiente para atender a niños neurodiversos

Carabobo.- Juan Pablo tiene 13 años y un diagnóstico de autismo. Muchas veces, a lo largo de su vida, le han puesto trabas para estudiar tanto en el sistema público como privado. Sus padres han tenido que recorrer hasta 10 colegios, incluso en zonas distantes de su residencia, para conseguir que lo acepten.

No solo le ha ocurrido a Juan Pablo. Cuando un niño, niña o adolescente tiene una condición como autismo, síndrome de Down, parálisis cerebral o TDAH, la mayoría de las escuelas dicen que no pueden admitirlos y alegan que deben estar en un colegio especial. Y esto pasa incluso en casos en los que han sido evaluados por expertos que han determinado que pueden acudir a escuelas regulares. Así lo dice Aissa Moreno, docente especialista en esta área.

“Cuando estaba más pequeño, intentamos en muchos colegios privados y públicos que tuviesen las herramientas para el abordaje de su condición. Tocamos muchas puertas antes de conseguir una que nos abrió”, relató Alí Rodríguez, el padre de Juan Pablo.

Lea también: Fallas de infraestructura e interrupciones en las clases inciden en el aprendizaje de niños, niñas y adolescentes

El niño se adaptó y tuvo una muy buena educación inicial, pero al pasar a primer grado la historia se repitió.“Ubicar colegios en Valencia para un niño neurotípico ya es difícil contemplando temas de costos y las matrículas iniciales, pero cuando se trata de uno neurodivergente es mucho peor”, comentó Rodríguez.

Durante la primaria, Juan Pablo estuvo por varias escuelas porque, aunque lo recibieron, no contaban con las herramientas ni el personal para atender sus necesidades

“En muchos estaba como aislado y no estaba recibiendo la atención requerida”, recordó Rodríguez. En uno de esos colegios les permitieron realizar la preinscripción, pero, cuando llegó el momento de formalizar la inscripción, le dijeron que no podían aceptarlo porque no podían abordar su caso.

Déficit de personal capacitado

Tampoco les permitían a sus padres contratar a un tutor, que es parte de las recomendaciones del equipo de especialistas que lleva su caso, para que haga las adaptaciones curriculares necesarias ante la falta de personal capacitado en los colegios que, según estimaciones de la Federación Venezolana de Maestros (FVM) es más grave de lo que se cree.

“En Carabobo solo se llega a un 0,6% de docentes y otros profesionales capacitados en las escuelas para atender a niños, niñas y adolescentes con necesidades especiales”, aseguró el presidente de la FVM en la entidad, Luis Guillermo Padrón.

Las causas de este déficit son variadas. “Muchos quieren especializarse, pero no lo hacen porque saben que el sueldo que recibirán no compensará sus requerimientos económicos. También ocurre que no hay opciones públicas en Carabobo para estudiar esas especializaciones y, quienes se van a Caracas a estudiar, se quedan a hacer carrera allá”, explicó Padrón.

Lea más: Infraestructuras educativas de La Guaira no se adaptan a niños, niñas y adolescentes con movilidad reducida

La docente Aissa Moreno es psicopedagoga especialista en desarrollo cognitivo de niños, niñas y adolescentes dentro del espectro autista y resaltó la importancia del acompañante pedagógico (maestro sombra o tutor).

“Pero en muchas escuelas no lo permiten porque no les gusta tener personas ajenas al colegio, ya que sienten que, indirectamente, estarían supervisando el desarrollo pedagógico de las maestras dentro del aula”.

Otras instituciones exigen que los niños lleven acompañantes pedagógicos, aunque no lo necesiten, porque a nivel funcional son bastante autónomos e independientes para llevar la rutina diaria escolar sin ayuda individualizada.

“Es muy común que los niños con condiciones requieran adaptaciones curriculares, esto no quiere decir que los niños no van a lograr los objetivos que han planteado las docentes en su planificación, simplemente se trata de adecuar las estrategias y evaluaciones para que los alumnos, de acuerdo a sus destrezas, puedan demostrar lo que han aprendido, pero cuando los padres y terapeutas lo proponen las maestras responden con quejas porque esto les generaría más trabajo administrativo.”. 

Más puertas cerradas

De cuarto a sexto grado, Juan Pablo pudo tener estabilidad en un colegio ubicado en el municipio Libertador, sin embargo, al pasar a primer año de bachillerato, sus padres tuvieron que buscar oportunidad en un liceo.

“Otra vez recorrimos 10 colegios, algunos me dijeron abiertamente por sus cuentas de Instagram que no manejaban casos de ese tipo”. Finalmente, Rodríguez consiguió un liceo que ha tenido experiencias con alumnos que están dentro del espectro autista.

Lea más: Falta de espacios recreativos compromete el desarrollo integral de niños, niñas y adolescentes

Esta institución sí les permitió la figura del tutor para hacer las adaptaciones curriculares pertinentes. Además, una psicóloga está monitoreando el comportamiento de Juan Pablo a medida que va integrándose en el aula de clase.

Rodríguez enfatizó la importancia de aceptar a niños con estas condiciones en colegios regulares porque les permite socializar con otros que son neurotípicos y que terminan vinculándose y compartiendo sus procesos.

Escuelas sin condiciones inclusivas

Quienes están dentro del espectro autismo pueden padecer de comorbilidades, que se deriva a otras condiciones o enfermedades. Por ejemplo, muchos tienen alteraciones sensoriales, por lo que los colegios deberían contar con una zona de calma donde ellos puedan regularse y relajarse para poder continuar con su rutina escolar. Esto, según explicó Moreno, es algo que no existe

Para estos estudiantes, hay aspectos claves que se deben tener presentes. “Uno es la ambientalización del salón, debe tener materiales didácticos adaptados a las pedagogías que va a implementar el docente especializado. Otro elemento fundamental es que muchos de ellos necesitan audífonos especiales o carteleras y dibujos que no los altere”, agregó. 

Sin embargo, sus datos revelan que existe más del 90% de fallas con respecto a los recursos didácticos y preparación de salones especiales para estos estudiantes. A esto se suma que, en el caso de los niños, niñas y adolescentes con dificultad motora, los colegios no presentan espacios amplios, ni rampas para el desplazamiento, ni los incluyen en las actividades deportivas y culturales.

Sin recursos

Es el Estado el que debe designar los recursos necesarios para que las instituciones del sistema público ofrezcan una educación verdaderamente inclusiva. Moreno expresó que muchas instituciones ignoran las quejas de padres y representantes sobre el bullying que le hacen a sus hijos en los espacios escolares, en lugar de aprovechar las diferencias de los estudiantes para promover el respeto, la inclusión y empatía a través de charlas, talleres y trabajos grupales.

“Si bien la inclusión demanda más trabajo del personal docente, no debemos seguir excusándonos diciendo que no estamos preparados. La educación es un derecho universal que ampara a estos niños, niñas y adolescentes con condiciones”.

Dayrí Blanco

Dayrí Blanco

Periodista corresponsal de la Agencia de Periodistas Amigos de la Niñez y la Adolescencia (Agencia PANA) de Carabobo.

También puedes leer...

Temas Cecodap

#CrecerConCecodap

Crianza

#CecodapContigo

Salud mental

#PrevenciónConCecodap

Violencias

#EducaciónConCecodap

Acoso escolar

Políticas de Cecodap

Medidas para prevenir y gestionar riesgos que comprometan a niños, niñas y adolescentes.

Hacer click para leer más.

Políticas para la prevención de la explotación y el abuso sexual. En Cecodap tenemos tolerancia cero a la violencia contra niños, niñas y adolescentes.

Hacer click para leer más. 

Compromiso de Cecodap con la niñez y adolescencia, las familias, sociedad, otras organizaciones sociales y con su equipo de trabajo.

Hacer click para leer más.

Mejorando juntos

En Cecodap queremos escucharte. Llena este formulario si deseas:

  • Comentar sobre la atención recibida en Cecodap.
  • Contarnos qué podemos mejorar.
  • Informar cualquier maltrato, amenaza o conducta inapropiada de nuestro personal.

Contigo elevamos la esperanza

Llegamos a tu comunidad o a tu colegio para promover juntos los derechos de la niñez y la adolescencia.