La salud mental y los docentes

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La salud mental no es solamente un tema de psicólogos, aunque es un ámbito que aborda la psicología. En el último tiempo he estado pensando mucho al respecto, ya que por mi trabajo en Cecodap habitualmente tengo contacto con docentes y me doy cuenta del gran impacto que tiene la salud mental dentro de la dinámica de una escuela, aunque de esto poco se habla.

Vivimos en Venezuela una emergencia humanitaria compleja, que ha producido una migración forzada de más de 4.000.000. de venezolanos, dentro de los cuales un gran capital humano ha cruzado las fronteras para sobrevivir.  La salud mental implica  “un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad” (OMS, 2013). Y viéndolo desde esta perspectiva, entre apagones, bajos sueldos, inseguridad, dificultades en el acceso a servicios básicos es difícil pensar que la salud mental no se encuentra amenazada.

Pero, mirando este contexto he llegado a una reflexión: No hay psicólogos para tanta gente. Sin embargo, esto no puede ser una excusa para no abordar el sufrimiento que experimentan las personas diariamente. He aprendido al haberme quedado en Venezuela a pensar en oportunidades en medio de la adversidad, y una de estas es la escuela. Quienes me leen probablemente dirán ¿Cómo va a ser parte de la solución la escuela con todos los problemas que tiene? Pues mi respuesta es categórica, frente a la situación que vivimos la escuela y los docentes son claves para la reconstrucción del país.

Un docente habitualmente atiende a cerca de 40 niños por año escolar. Si pensamos que su carrera profesional dure al menos 25 años, tendremos que al final de este recorrido habrá atendido unos 1.000 niños. Este docente quizá no los recuerde a todos, pero de seguro estos niños no olvidarán a este docente. Proteger la salud mental de un maestro es proteger a 40 niños. Al hacer la cuenta anterior de otra forma tendríamos que protegiendo 25 docentes alcanzamos a proteger 1.000 niños. Esto, especialmente en contextos donde no llegan programas de atención, pero en los que siempre encontramos una escuela.

Así que si quieres hacer un aporte a la reconstrucción del país, no esperes a soluciones mágicas apoya un docente y una escuela. Muchos niños lo agradecerán.

Referencia: OMS (2013) Consultado el 22 de agosto de 2019.

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