Menos escribir y más creatividad, los niños cuentan qué harían si fueran maestros

Moisés, Daniel, Miranda, Carlos, Aisha. Con 10, 12, 14 o 17 años. Desde Caracas o Zulia. Todos se expresaron y nos contaron qué harían si fueran maestros y tuvieran que lidiar con este distanciamiento físico. 

El miércoles 20 de mayo  inició el primer foro chat vía WhatsApp de Cecodap. En esta oportunidad usamos la interrogante “Si yo fuera maestro”,  para nombrar el encuentro y dar cabida a múltiples propuestas de los niños, niñas y adolescentes.

Los foro chats vía Whatsapp son una iniciativa de Cecodap para promover la comunicación y la integración de todos los niños, niñas y adolescentes (NNA), en estos tiempos de distanciamiento social. “Es una solución para aquellos que no cuentan con una alta conectividad. Hemos desarrollado varios talleres y conversatorios que dependen de una buena conexión para que las personas participen. Quisimos hacer algo para aquellos que quedan relegados por las dificultades de acceso a internet”, dijo Fernando Pereira, cofundador de Cecodap y educador.

De esta manera, pudimos reunir a 40 niñas, niños y adolescentes de diferentes partes de Venezuela que se contactaron vía WhatsApp, para participar en el primer foro chat de Cecodap “Si yo fuera maestro”.

Así fue el encuentro

Fernando Pereira y Óscar Misle, educadores y cofundadores de Cecodap, estuvieron a cargo de dirigir la actividad. 

Los participantes del grupo se presentaron con mucho ánimo. Hubo integrantes de diferentes partes del país, Caracas, Aragua, Portuguesa, Zulia, entre otros. Luego de presentarse los integrantes del chat, Óscar Misle, educador y cofundador de Cecodap, planteó la actividad: “¿Qué haría si yo fuera maestro? Vamos a ponernos en los zapatos del maestro que quiere transformar y que quiere cambiar la realidad”, les dijo a los chicos.

“A mi me gustaría estar más en el colegio, así sea con tapa boca porque allí comparto más con mis profesores y mis compañeros, en cambio aquí estoy trabajando hasta sábados y domingo por trabajo que me mandan de Cada Familia una Escuela y de la escuela”, manifestó Moisés Mujica, de 11 años de edad.  

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Moisés también expresó que si él fuera maestro, “haría las actividades sin escribir tanto”. Para él es importante que los temas varien, porque aseguró que los contenidos los domina, sobre todo aquellos relacionados a la COVID-19.

Otra intervención fue la de Daniel Araujo, quien comentó que una de sus soluciones pasa por la realidad virtual: “Si yo fuera maestro crearía una realidad virtual en la que la maestra nos explique las cosas desde un pupitre y nosotros escribimos.  Eso sería en la realidad virtual y en el mundo real a la vez. En vez de ir al colegio tendríamos que hacerlo en la casa”.

Miranda Rondón, de 10 años de edad, nos da un ejemplo de una medida sanitaria pensada en los derechos de los niños si la curva de contagio se aplanara. “Un lunes irían diez niños, un martes irían otros diez niños, un miércoles irían otros diez niños, hasta el jueves y tienen que ser del mismo salón”, apuntó.

Carlos Faneite, de 11 años, desde Santa Elena de Acarigua, estado Portuguesa, nos dijo también que buscaría otros recursos para el aprendizaje que no fueran “copiar y copiar y copiar”. “Yo mandaría actividades que puedan hacer con los padres, como hacer juegos de mesa con los papás y luego jugarlos en familia. También inventar juegos, escuchar anécdotas, reírse juntos, entre otras cosas que ayude a mantenernos más unidos, porque cuando uno copia, copia y copia no se divierte con los papás”, aclaró.

Un mensaje clave fue la necesidad de ver a sus compañeros. Diana Pérez, de 10 años de edad, pudo explicar que si ella pudiera reorganizaría el cronograma escolar para poder ver a otros niños.

Participación azul

El grupo que logró convocar Cecodap estaba marcado por la inclusión. Tuvimos varias intervenciones de “azules”, como dijo un integrante del grupo al referirse al Trastorno del Espectro Autista (TEA). 

Aisha, de 10 años  de edad, Rusel Canchicas, de 16 años de edad, y Orlando Prieto, de 9 años, nos contaron que tenían TEA. Participaron abiertamente a través de notas de voz o textos y nos dijeron que “si fuesen los maestros harían más cosas creativas y adaptadas a la realidad. Mucho escribir y poca interacción».

Rusel manifestó que se sentía en un trabajo. «Así no se puede. Aquí yo estoy haciendo tareas de lunes a sábado corrido. Es muy difícil. Así ya no puedo. Hasta creo que mi computadora tampoco puede más», agregó

Como las intervenciones de Moisés, Daniel, Miranda, Carlos, Aisha y Oscar todos los integrantes del foro chat alzaron su voz y fueron escuchados. 

Desde Cecodap consideramos que el distanciamiento físico que tenemos por la COVID-19, puede ser un momento educable más allá de lo académico. Es un momento en el que no podemos frustrar mentes jóvenes. Es tiempo de realzar la creatividad, ser consciente del medio ambiente, reforzar valores, aprender cosas nuevas que no enseñan en la escuela.  

Escuchemos a nuestros niños, niñas y adolescentes que como ven tienen mucho que decir.

Beatriz Torres - cecodap