Para nadie es un secreto la importancia que tiene saber manejar adecuadamente nuestras emociones. Como adultos nos topamos constantemente con situaciones que ponen a prueba esta habilidad y aunque muchas veces salimos victoriosos, también en ocasiones fallamos. Es que el manejo de las emociones es una habilidad fundamental para nuestra vida pero que difícilmente sabemos cómo desarrollarla, practicarla y mejorarla.
Ahora, si para un adulto es difícil lograr manejar adecuadamente sus emociones ante las tensiones normales de la vida, imaginen el trabajo que puede significar lograr esto en un niño.
Todos, desde los pequeños hasta nuestros abuelos, tenemos la necesidad de expresar nuestras emociones, y lo mejor es que podemos practicar esta importante capacidad de expresión desde la niñez. Lograr que nuestros niños, niñas y adolescentes aprendan y desarrollen habilidades emocionales desde pequeños les ayudará en su área familiar, escolar y social.
Además, desde pequeños pueden prepararse para enfrentar las difíciles situaciones de la vida.
Traemos algunas actividades concretas que pueden realizar en casa junto a sus hijos para que logren conocer y manejar sus emociones de la mejor manera posible.
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DIBUJEMOS LAS EMOCIONES
- Vamos a ponernos frente a un espejo y nombramos una por una algunas emociones a nuestros niños (rabia, tristeza, alegría, asco, etc.).
- La idea es que ellos hagan la expresión que implica cada emoción, la dibujen en un papel y que comente en cuáles situaciones se ha sentido de esa manera.
- Así generamos una reflexión en conjunto.
DICCIONARIO PROPIO DE EMOCIONES
- En un papelógrafo vamos a anotar las diferentes emociones que conocemos, separadas muy bien una palabra de otra.
- Luego, recojan fotografías o recortes de revista con personas, niños o personajes que expresen alguna emoción. Los niños deben identificar la emoción y pegarla bajo la palabra que corresponda.
- Si tienes niños pequeños puedes comenzar con 2 o 3 emociones básicas como la alegría, tristeza, amor, asco o enojo. A medida que sea más grande ir agregando emociones más complejas.
- Pueden aprovechar de reflexionar cómo se manifiestan estas emociones en el cuerpo, qué situaciones nos producen esa emoción o qué podemos hacer al sentirla.
LEER CUENTOS DE EMOCIONES
Los libros y cuentos son grandes aliados para los más pequeños. Al introducir el tema de las emociones contando historias llamativas para ellos, puede resultar de gran ayuda para reflexionar sobre esto.
Si están fastidiados del mismo cuento puedes cambiar la estrategia:
- Le pides que observe sólo las imágenes, pero antes tapa el escrito.
- Juntos traten de averiguar lo que está sucediendo, las emociones que experimentan los personajes y el motivo de esas emociones.
MÚSICA + PINTURA = EMOCIONES
La música es un recurso muy valioso y con el que podemos aprender muchas cosas.
- Prepara a tu hijo con ropa que pueda ensuciar, un pincel, pinturas, un papelógrafo y ¡a poner música!.
- La única regla es dejarse llevar por lo que sentimos.
- Vas a colocar diferentes piezas musicales y deja que pinten libremente las emociones que les provocan esas canciones.
- Al finalizar, conversen sobre lo que han experimentado y dibujado.
DOMINÓ EMOCIONAL
- Van a construir juntos unas piezas de dominó.
- En el lado derecho escriban el nombre de una emoción y del lado izquierdo una situación que pueda provocar otra emoción.
- El objetivo de la actividad es que se vayan juntando las situaciones con la emoción correcta que nos produce.
- Al final, la idea es cerrar sobre sí mismo y que no sobren fichas.
¿CÓMO ME SIENTO?
- En familia vamos a hacer un cartel dibujando varias expresiones de los emoticones de Whatsapp, que manifiesten rabia, tristeza, alegría, asco, amor, etc.
- Mientras vamos dibujándolas podemos generar reflexiones sobre cada una y conversar sobre qué podemos hacer para manejar adecuadamente cada una de esas emociones.
- El objetivo es que este cartel pueda estar a la mano en el momento que nuestro hijo se desregule y podamos tomar esta situación para que él logre identificar qué está sintiendo exactamente y así saber qué estrategias puede usar para que le ayude a autorregularse.
RUEDA DE OPCIONES
El objetivo de esta actividad es que nuestro hijo logre recordar opciones para canalizar emociones desagradables, como la ira, el enojo, la rabia y la frustración.
- Cuando el niño o niña esté tranquilo y receptivo, vamos a elaborar juntos una lista de cosas que puede hacer cuando se moleste, en lugar de gritar o pegar.
- Luego de tener esa lista, recorta un papel en forma de círculo y divídelo con un lápiz en tantas porciones como ideas se nos hayan ocurrido (Si se nos ocurrieron seis actividades alternativas, voy a dividir el círculo en seis partes iguales).
- Después las dibujaremos y/o escribiremos en las porciones y armaremos la rueda.
- La idea de esta actividad es que cuando mi hijo se sienta desbordado y a punto de explotar, puede recurrir a su rueda para escoger una manera de gestionar mejor esa emoción.
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Fuente: http://www.clubpequeslectores.com