Venezuela tiene una Reina de América del Sur para visibilizar a la niñez migrante

Miss

Paula Colomine tiene todo lo necesario para ser la próxima Miss Venezuela. Inteligencia, empatía y belleza. Solo el tiempo nos dirá cómo será su camino al reinado más importante del país. Mientras tanto, a sus 16 años de edad, ella fue coronada como Miss Teen América del Sur 2023, en El Salvador, el pasado 15 de julio de 2023.  “Quiero representar a Venezuela, no solo a nivel nacional, también internacionalmente”, relató la adolescente, quien actualmente se prepara para alcanzar su meta de portar la corona de Miss Venezuela.

Paula quiere convertirse en una voz para la niñez y la adolescencia migrante. Por eso, en junio de este año acudió a Cecodap para entender el contexto social, económico y psicológico de las familias separadas por la migración. En una formación intensiva, la ahora Miss Teen América del Sur conoció las cifras de niñez dejada atrás, así como el marco legislativo que protege al migrante. También pudo adquirir herramientas para comunicar con enfoque de derecho y tomando en cuenta los principios de la Convención sobre los Derechos de los Niños: prioridad absoluta, interés superior, igualdad y no discriminación, participación y corresponsabilidad. “Cecodap, más que unos expertos en la niñez, se convirtieron en mi familia y me brindaron herramientas para ejercer mi derecho a participar”, comentó en una entrevista para la ONG.

Su historia en un proyecto

«Convertirme en una voz para las Américas», es el lema que impulsa el Proyecto Musiú, una iniciativa apasionada y visionaria que se propone compartir experiencias de niños, niñas y adolescentes venezolanos que se encuentran en otro país o que están en Venezuela, pero sus padres migraron, para inspirar a otros a hablar sobre sus vivencias.

El Proyecto Musiú fue creado por Paula, quien tomó su experiencia como una de las 800.000 familias con niños, niñas o adolescentes separadas por la migración. “La migración de mi padre, aunque desafiante, me ha llevado a aceptar y abrazar las dificultades que la acompañan. Mi experiencia se convierte así en un llamado a la solidaridad global, a la unidad de todos los ciudadanos que, como él, han comenzado desde cero en una nueva tierra”, comentó.

El enfoque del Proyecto Musiú trasciende las causas subyacentes de la migración forzada y se centra en las historias personales, enriqueciendo así la comprensión de las complejidades humanas, a través de herramientas para fortalecer la salud mental de la niñez y la adolescencia. Dice que el corazón del Proyecto Musiú late con el deseo de tender una red de apoyo a niños, niñas y adolescentes que han vivido el desafiante proceso de la migración.

Esta red es un refugio donde pueden compartir sus historias, estrategias y éxitos, encontrando la fuerza necesaria para adaptarse a sus nuevas realidades”, señaló.

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Una artista 360

Porte, energía, actitud, podrían ser las primeras impresiones que se tienen de Paula, inspirada por las misses que estuvieron detrás como Irene Saes, Dayana Mendoza o Stefania Fernández. Todas tuvieron en común el mismo sueño: ser la representante de Venezuela. Su dicción y entrega por el trabajo social son más que admirables. Pero lo más impresionante son sus palabras llenas de sabiduría y encanto, sumado a un sazón caribeño.

Ser Miss es un sueño que muchas niñas y adolescentes comparten en su vida. Pero, no solo se necesita belleza para llegar a tener la corona más importante del país, y Paula lo sabe. La adolescente se define como una artista integral, que ha explorado diversas formas de expresión, desde el canto y el baile, hasta la creación de mandalas.

Durante su participación en el concurso de belleza Miss Teen de las Américas, usó una capa diseñada por niños y niñas del Hospital J.M. de los Ríos, ubicado en Caracas, como un guiño para recordar la situación que afecta a cientos de pacientes dentro del hospital.

“La poesía automática también se ha convertido en un medio poderoso para plasmar mis emociones; como en el poema ‘Te amo, Venezuela’. Finalmente, todas estas herramientas las culmino con energía a través de la música, reconociendo la importancia de la salud mental y la calma en esta travesía”, relató en su discurso durante la presentación de las misses en El Salvador.

Paula aún tiene 15 años de edad, una corona que lleva con orgullo por representar a Venezuela y un proyecto que poco a poco va creciendo. Quién sabe, tal vez, la joven que dibuja mandalas, canta y baila al son de los derechos de la niñez, nos traiga la novena corona del Miss Universo.

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