El jueves 24 de noviembre del 2022 se reportaron al menos 1.500 casos de abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes. La Fiscalía General del estado venezolano propuso una reforma en la Ley Orgánica de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (Lopnna) con el objetivo de aumentar la severidad de las condenas frente a estos delitos. Sin embargo, poco se habla acerca de lo que es un abuso sexual infantil o sobre las posibles causas y consecuencias que abarca.

Al abordar esta situación con mayor profundidad es posible que surjan dudas referentes al tema. Estas interrogantes pueden estar dadas por el tabú que existe en relación a la sexualidad entre los venezolanos. Como joven, es un asunto preocupante, pues son los adultos quienes deben guiar a los niños, niñas y adolescentes en su desarrollo integral. Por eso, en este artículo me gustaría exponer algunas de las dudas más frecuentes.

¿Qué es el abuso sexual infantil?

Abel Saraiba, psicólogo y coordinador adjunto de Cecodap, ha repetido en varias ocasiones que el abuso sexual infantil comprende una serie de conductas en las cuales uno o varios agresores incluyen a un niño, niña o adolescente en actividades de índole sexual y de manera forzada. Luego del evento, la víctima puede sufrir una gran cantidad de secuelas emocionales, psicológicas y fisiológicas.

Los cambios en el estado de ánimo, los traumatismos en todo el cuerpo, la probabilidad de contraer una enfermedad de transmisión sexual y un deterioro de las relaciones interpersonales se presentan como las consecuencias más comunes.

¿El abuso sexual infantil puede surgir por las redes sociales?

No se limita al contacto físico. La distribución o producción de contenido multimedia pornográfico en las que participen niños, niñas o adolescentes también son una forma de abuso sexual.

Además de estas expresiones, los especialistas resaltan que a partir del surgimiento de las redes sociales aparecen otras ramificaciones del abuso sexual infantil: llamadas telefónicas, mensajes de texto o la interacción virtual; de hecho, delitos como el grooming (forma de acoso sexual realizada por adultos a través de las redes sociales) y la sextorsión (chantaje en el cual el agresor amenaza con publicar o distribuir contenido multimedia erótico de la víctima si no se cumple con las demandas del mismo) surgieron por la evolución de las redes sociales.

¿Cuándo hablamos de abuso sexual infantil, podemos buscar causas?

Por muy extraño que pueda parecer, existen factores que aumentan las posibilidades de ser una víctima de un abuso sexual infantil, aspectos como el entorno social y familiar, la crianza, así como los comportamientos peligrosos que pueda tener un niño, niña o adolescente juegan un papel fundamental, debido a que un entorno lleno de vicios o de conflicto puede facilitarle a una persona malintencionada forjar un vínculo “cercano” con la víctima y manipularla hasta que el acto sexual se comete. Esto se puede observar en las tramas de contenidos audiovisuales como Trust o La Ley y el Orden.

Es muy importante saber que la mayoría de los agresores se presentan como un amigo más o incluso puede ser un miembro de la familia, por lo que la prevención es esencial para reducir al mínimo los casos de abuso sexual infantil.

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Si la prevención es el pilar más importante, ¿cómo protegemos a los niños, niñas y adolescentes de esta situación nada agradable?

Desde hace dos años participo en los encuentros que Cecodap promueve con niño, niñas y adolescentes. Comencé cuando tenía 16 años y desde ese momento he podido obtener información sobre mis derechos. Además he participado en formaciones en el área de salud sexual y reproductiva. Por eso, me gustaría compartir algunos de mis aprendizajes:

Tener entornos seguros presentes en nuestras vidas (como la escuela o el hogar) en los que se nos enseñe a profundidad que implicaciones tiene un abuso sexual infantil es de suma importancia. De esta manera, los niños, niñas, adolescentes y los adultos pueden entender la situación completamente.

En el entorno online es fundamental mantener límites con respecto a la información que difundimos. Se debe conocer a la persona con quién interactuamos en las plataformas virtuales o por lo menos cerciorarnos que nuestra información personal está a salvo.

Hablando de entornos seguros, la confianza que tiene el niño niña o adolescente en el contexto familiar puede agilizar la respuesta en caso de encontrarse dentro de esta situación. La víctima va a sentirse un poco más segura y confiada para hablar con sus padres o adultos responsables.

¿Sabías que en un ambiente familiar sano el niño, niña o adolescente sentiría el amor y el apoyo incondicional de sus seres queridos? Por eso, cosas como el miedo a las opiniones o al haber cometido un error, probablemente pasarían a segundo plano. Además si la víctima siente que no tiene la culpa o si se siente más tranquila con su familia y amigos es posible que el impacto del suceso en la salud mental sea menor.

¿Y si el acto lo comete un o una adolescente?

Cuando es un adolescente el que comete el delito, pocas veces se habla de una ayuda psicológica al agresor. Además de las repercusiones legales, es importante conocer la razón que hay detrás del delito cometido, muchas veces se llegan a estos extremos porque el entorno tampoco es muy favorable y es relevante que el adolescente victimario reciba atención psicológica.

En uno de los encuentros de Cecodap, dos especialistas de la Red de Derechos Humanos de los Niños, Niñas y Adolescentes (Redhnna) nos comentaron que se debe estudiar el entorno familiar para determinar si ha sufrido algún tipo de violencia, tal vez cometió el delito por no saber lidiar que sus frustraciones internas y no necesariamente por placer o es posible que haya sido una conducta aprendida.

Al comprender la razón se evita en un futuro cercano situaciones similares. Si se crea el precedente de que un adolescente que sufre violencia doméstica o es víctima de bullying puede cometer actos de abuso sexual infantil, ya se tiene un factor de riesgo y a los niños, niñas o adolescentes que estén dentro de estos estándares se les brindaría apoyo para no caer en el mismo patrón.

¿Qué se puede hacer cuando el problema ya está presente?

En caso de que la situación no se haya podido prevenir y ya los allegados del niño, niña o adolescente estén al tanto de la situación, se podrían seguir las siguientes recomendaciones:

• La víctima debe recibir atención médica. Recordemos que el abuso sexual infantil por lo general es un acto violento, el niño, niña o adolescente pudo haber recibido daño. También necesitaría atención psicológica debido al impacto emocional que supone un abuso sexual infantil.
• Es de carácter obligatorio comunicarse con las autoridades locales en el menor tiempo posible, de esta manera se puede actuar de forma más eficiente y rápida para sancionar al responsable y proteger a la víctima.
• Se debe hacer un plan a corto y mediano plazo no solo para la víctima, sino también para un posible feto. Es necesario contemplar si la familia tiene los recursos para hacerse cargo de esa situación. Es bueno planificar las cosas desde el día uno en el que se sabe la situación, ya que así se le ayuda a la víctima y también se puede salvar o evitar el sufrimiento de una futura vida.