
La nueva generación de adolescentes, nacidos mediados de los 2000, encontró en las redes sociales opciones para hacer catarsis sobre los problemas que agobian al mundo. Mientras ese movimiento pro libertad, aceptación y respeto de los derechos de los demás iba creciendo, también nació un término peyorativo: Generación de Cristal.
Cecodap, a través de los encuentros #AdolescentesTomanLaPalabra, reunió a un grupo este viernes 16 de abril. El punto de discusión era si ellos se identificaban con el etiquetado Generación de Cristal. La iniciativa es promovida por la organización desde febrero de 2021, como una forma de visibilizar las opiniones de la niñez y adolescencia.
Durante dos horas, las opiniones iban y venían, pero una tuvo mayor fuerza: la masificación de la frase se volvió ofensiva.
Chichinquirá tiene 16 años de edad y estudia 4to año de bachillerato. En su verbo no había una pizca de dudas, cuando enfatizó que no pertenece a una Generación de Cristal, sino a una que quiere ver cambios reales en el mundo. “Las personas en las redes sociales, especialmente las personas de otras generaciones como la X y Bummer, dicen que nosotros no aguantamos nada, que nos ofendemos por todos, Pero, es que nosotros no toleramos la violencia, la humillaciones, la homofobia y el racismo. No somos una generación de cristal, somos una que quiere generar cambios”, agregó.
Enfatizó que el término de Generación de Cristal se usa como una burla a la supuesta fragilidad de los jóvenes, entre 12 y 17 años de edad, que crecieron en un mundo de comodidades, redes sociales e interacción online.
“Muchas personas creen que no aguantamos comentarios negativos. Están equivocados, lo que no toleramos es la violencia, el acoso y la discriminación en general”, detalló.
Alexandra, de 15 años, explicó que llamar a los jóvenes como una generación de cristal, solo es un eufemismo más de que por ser adolescentes no puede ejercer ninguna postura, ni alzar su voz contra las injusticias. “No me siento como una Generación de Cristal. Estamos cambiando al mundo, desde la aceptación. Somos más empáticos, fuertes y trabajadores. No somos frágiles. Buscamos otras maneras de llegar a la meta. Ya no existe un solo camino”, sostuvo.
Asimismo, Violeta, de 13 años, agregó que el uso del término, específicamente, la palabra cristal, busca minimizar la opinión de las personas que están en contra del racismo, homofobia, acoso y la violencia de genero. “No debemos decirle así (Generación de Cristal). Porque es afirmar que somos más susceptibles a los comentarios de otros. No me siento identificada con ese término”, agregó.
Anabella, de 13 años de edad, coincidió con los demás participantes. No se ve como una persona de cristal, débil y dependiente de lo que dice la mayoría sobre su generación.
“Pienso que es irónico. Las mismas personas que actualmente nos critican, fueron las creadoras de las redes sociales. Y que nos incluyeron en esas dinámicas, desde que éramos más pequeños. Me parece una falta de respeto que nos digan Generación de Cristal. No acepto la violencia, el racismo y la homofobia. No es susceptibilidad. Es buscar el respeto”, señaló.
Por algo mejor
Diego, de 16 años, rescató que las generaciones pasadas también tuvieron problemas y lucharon por solventarlos. Por esta razón no debe ser minimizado las nuevas dificultades, enfrentadas por los jóvenes hoy en día. Aseguró que estos problemas se han polarizado, creando bandos y generando enfrentamientos.
“Todas las generaciones tuvieron sus dificultades. Es verdad. Pero llamarnos Generación de Cristal, cuando aún no hemos terminado de crecer me parece absurdo. Cuando todavía no nos hemos desarrollado plenamente”, detalló.
Hizo un llamado a todos los adolescentes que se sienten ofendidos por la nueva terminología: “Hay que aprender de las fallas y buscar las soluciones, no solo criticar a quienes no se preocupan estos temas”.
Erick González
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