Ser maestro no es un trabajo; es un llamado a la vocación. Hay pocos oficios que pueden influenciar tanto al mundo como la labor de un educador. Son administradores, terapeutas, segundos padres; a veces, la única figura estructurada en la vida de los alumnos. Solo se necesita una mirada a las escuelas para evidenciar sus desafíos, entre la ausencia de presupuesto escolar y lidiar con las situaciones de vida de cada uno de sus estudiantes.

Este 15 de enero se conmemora el Día del Maestro en Venezuela y, para la primera publicación de #QueEsTendencia de 2024, preferí enfocarme en una de las nuevas series de comedia que ha invadido las pantallas, «Abbott Elementary» (Primaria Abbott), que explora la cotidianidad de los maestros de una de las escuelas más pobres de Filadelfia, en Estados Unidos, a través de un documental sobre la vida de sus maestros.

Las carencias en la Primaria Abbott van desde fallas en el sistema de agua potable y eléctrico, hasta desactualización en algunos materiales educativos, como libros y mapas. Ante esto, los docentes se las ingenian para tratar de enfocarse en darle una educación a los niños, con la mayor calidad posible. Aquí entran nuestros protagonistas: Janine, una profesora de 25 años de edad, ansiosa por dar todo de sí para apoyar e instruir a sus alumnos en el salón de clases.

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Ella es optimista y un poco ingenua, pero con un corazón tan grande como sus conocimientos en la educación. Se esfuerza para solucionar la mayor cantidad de problemas estructurales dentro de la institución; pronto se da cuenta de que necesita más que buenas intenciones para hacerlo.

Barbara y Melissa son las profesoras con mayor experiencia en la Primaria Abbott y entienden las dificultades que enfrentan las escuelas públicas con los presupuestos limitados. Comprenden la importancia del autocuidado para apoyar con mayor disposición a sus estudiantes y se esfuerzan por no decaer ante las inevitables negativas (o errores) por parte de la directora, Ava.

Es Barbara quien mantiene un espíritu noble sobre la enseñanza de los niños y de cómo un maestro puede influenciar la vida de cada uno de sus estudiantes. «Nuestro trabajo es hacerlos sentirse seguros y fortalecerlos. ¿Queremos tener cosas bonitas? Claro. Pero mis estudiantes no necesitan sentirse menos por no tener cosas; se habla más de lo que tienen y menos de sus carencias», dice Barbara, luego de enterarse sobre un video viral, publicado por Ava y Janine, como parte de la campaña de recolección de fondos para su salón de clases.

¿Nos suena todo esto?

En Venezuela, no todos entienden la tarea de ser un maestro en una institución pública. La lucha de los docentes en las calles no comienza después de la pandemia del COVID, tiene años. La falta de un salario competitivo y justo deja a miles de docentes sobreviviendo bajo la línea de la pobreza.

Luisa Rada, coordinadora de jubilados del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de Distrito Capital (Sitraenseñanza DC), durante una rueda de prensa para convocar la protesta de este lunes 15 de septiembre, que particularmente no celebrará el día del Maestro porque aún hay muchos objetivos para alcanzar en Venezuela en cuanto a la reivindicación salarial de los docentes. «El movimiento sindical magisterial se declara en emergencia permanente», enfatizó.

Actualmente, el salario de los docentes en Venezuela se ubica en 21,57 dólares al mes, según el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM) para diciembre de 2023.

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Ver la Primaria Abbott es apenas una ventana sobre la situación de los maestros; si bien es una serie de comedia, nominada a múltiples premios importantes como los Emmy y Globos de Oro, tanto por sus actuaciones como por la visibilización de la cotidianidad de los maestros, nos puede ayudar a entender que ser maestro no es solo enseñar matemáticas o castellano; es una vocación que brinda un futuro a los niños, niñas y adolescentes.

Actualmente la serie tiene dos temporadas que pueden ser vista en la plataforma de streaming Star+. Entre las dos temporadas hay 35 episodios, de 30 minutos cada uno, en donde pueden destacarse: “piloto”, «clase de aerobicos», “la lista de deseos”, “jugo” y “mamá”. 

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Al ver la serie, es inevitable buscar comparaciones con las escuelas del país, que necesitan ayuda de todos. El principio de corresponsabilidad, establecido en la Convención de los Derechos de los Niños, así como en la Ley Orgánica para la Protección de los Niños, Niñas y Adolescentes (Lopnna), nos invita a preocuparnos y a buscar soluciones a los problemas desde nuestras trincheras.

En la Primaria Abbott, podemos tomar algunos ejemplos de corresponsabilidad ciudadana a través de la donación de materiales escolares, recursos y apoyos a las infraestructuras. Es nuestro deber como ciudadanos exigir a las autoridades del Estado venezolanos que se aboquen a solventar las problemáticas de nuestros estudiantes.

En Venezuela, tenemos miles de profesores que aún van a las escuelas pese a las carencias y problemas salariales. Este 15 de enero hay que recordar que ser maestro no es un trabajo; es un llamado a la vocación.