Remesas no garantizan ni las meriendas #DíaInternacionalDeRemesasFamiliares

Rebecca Martínez, de 31 años de edad, tiene dos hijos de 8 y 10 años de edad. Desde 2021, comenzó a trabajar de repostera para mantener a sus hijos, luego de que el padre de los niños emigrara a España. Las remesas que recibe apenas alcanzan para darle merienda a sus hijos, cuyo gasto semanal es de 15$.

Martínez se separó del padre de sus hijos, dos años antes; sin embargo, mantuvieron relaciones cordiales. Mensualmente su expareja envía 40$. La mitad es usada para completar el mercado. El resto lo divide para completar gastos relacionados a las escuela, como puede ser comprar un jugo en la cantina o un dulce, mas no es suficiente para pagar la matrícula del colegio, cuyo costo es de 25$ por niño.

Historias similares viven las familias en el país con niños, niñas y adolescentes separados de sus padres por la migración. En promedio, según una encuesta realizada por la Agencia de Periodistas Amigos de la Niñez y Adolescencia (Agencia PANA) en las redes sociales durante el mes de abril de 2022, los padres y madres migrantes envían entre 20 y 40 dólares mensuales a Venezuela.

“Realmente, las remesas que envía el papá de mis chamos solo alcanzan para completar la charcutería. Él había conseguido un trabajo estable en España, pero la situación allá estaba tensa por la pandemia. Por eso, solo envía fijo esos 40$”, agregó Martínez.

Enfatizó que con las remesas que envía no puede garantizar otros derechos a sus hijos, como puede ser la recreación o servicios de salud. “Entiendo que migrar no es fácil, por eso trato de no ser exigente, razón por la cual, comencé a vender tortas en mi casa, así como hacer pedidos. De allí puedo completar los gastos y salir más airosa”, sostuvo.

 

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Solo un aporte

En Venezuela, la necesidad de completar el ingreso por un trabajo formal obligó a muchos a comenzar negocios propios o asumir múltiples empleos para garantizar la sustentabilidad de sus hogares. Los gastos se limitan a lo más esencial: la comida y el alquiler. Ello pone a los niños, niñas y adolescentes en segundo lugar. Garantizar  el ejercicio integral de sus derechos completos es uno de los principios establecidos en la Ley Orgánica para la Protección de los Niños, Niñas y Adolescentes (Lopnna), en donde la prioridad absoluta se destaca.

Para Claudia Vargas, socióloga experta en migración, las causas de la migración venezolana son estructurales y se fortalecieron gracias a la emergencia humanitaria compleja que atraviesa el país. “El tema de las remesas no se ha estudiado a fondo, aunque existen rasgos que permiten discutir si aquellas tienen un valor significativo o no en las economías familiares”, agregó.

Enfatizó que la informalidad y la falta de seguridad social crean limitaciones a los venezolanos, tanto fuera como dentro del país. “En el país no hay un mercado formal de remesas, debido a las diferentes tasas de cambios que existen, no solo del dólar paralelo, también de otras monedas que circulan en las fronteras del país”, agregó.

Según datos publicados por la página Refugiados y Migrante Venezolanos (R4V), 55,6% de los migrantes venezolanos están en situación irregular en los países de destinos, para abril de 2022. Es decir, que más de 3 millones de migrantes no cuentan con documentación adecuada para acceder a trabajos formales, lo que significa mejores salarios.

De acuerdo con la la Investigación Muestral de Hogares Venezolanos, para 2021, la proporción de hogares que perciben ingresos por remesas es de 24,3%. “En promedio, estos hogares reportaron recibir 65,8$ mensuales, este monto corresponde a finales del año 2021, por lo que incorpora los efectos de la pandemia de COVID-19. El monto de la remesa recibida varía grandemente de acuerdo con la posición relativa del hogar en la distribución del ingreso. Así, el monto de la remesa recibida por los hogares del quintil más pobre es 5 veces inferior al de los hogares del quintil más rico”, se lee en el informe publicado por Anova Policy Research.

En promedio, las familias más pobres, con ingresos inferiores a 50$ mensuales, reciben 26$ por parte de uno o más familiares en el exterior al mes. Lo que representa 59% de los gastos que cubren en el hogar. Mientras más sea el ingreso de las familias, las remesas cubren un papel menos protagónico en los recursos del hogar.

“Y es que solo 24,5% de las familias reciben remesas en el país. Según los estudios esas remesas a penas terminan como una ayuda, no generan el sustento suficiente para mantener a las familias mensualmente. En promedio, se envía a las familias 65$, pero no todas tiene acceso a este monto completo”, agregó Vargas al análisis.

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Comprar menos

En una encuesta realizada por la Agencia PANA, en redes sociales para abril 2022, se determinó que 77,8% de las personas que respondieron usaban las remesas, principalmente, para gastos en la comidas. Solo 11% de los encuestados señalaron que usaban el dinero para cubrir gastos escolares de los niños y adolescentes que viven con ellos. Ninguno de los encuestados respondió la opción de usar el dinero para el entretenimiento de los niños.

88,9% de los encuestados enfatizó que costean menos servicios con las remesas que reciben de sus familiares en el exterior, pese a tener un monto constante desde hace 4 años. Ese mismo porcentaje se refleja en que los gastos de los niños, niñas y adolescentes que no son cubiertos en su totalidad con el dinero recibido.

Muchos evitan contar con las remesas recibidas, debido a que los pagos se hacen de manera intermitente, como reflejó 61,1% de los encuestados. Esta situación nos la ilustró María Teresa Buitrón, madre de dos niñas, una de 9 y otra de 15 años de edad, cuyo padre emigró hacía 5 años del país.

“El papá de las niñas les envía cada tres meses entre 100 y 150 dólares para ellas. Desde hace un tiempo, dejo que mi hija mayor administre ese dinero para sus gastos personales, así no tiene que preocuparse por los gastos del hogar, que yo cubro en la totalidad”, sostuvo.

Enfatizó que si bien, su expareja aún le envía el dinero, la falta de constancia mensual, crea cierta ansiedad en el desarrollo de la adolescente, la cual durante dos años estuvo encerrada en casa por la pandemia del COVID-19. “Quiero que mi hija también se distraiga y pueda salir, así cómo comprar sus cositas personales. Los adolescentes también necesitan distracciones, poder ir a un cine con sus amigos y así… Realmente, trato de garantizar todo lo que esté a mis manos, no solo la comida”,  agregó.

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Remesas que no alcanzan

Yoselyn Moreno emigró en 2016 debido a la emergencia humanitaria compleja. Ella describió su salida del país, como una huida más que migrar. Dejó a su hijo a cargo de su madre, mientras ellas enviaban remesas desde Panamá.

“Decidí migrar en el 2016, cuando vi que en Venezuela no había comida, cuando vi que teníamos que hacer grandes colas para comprar una harina pan. Todo subía de precio, pero los salarios ya no alcanzaban. Me di cuenta que salir a la calle con un teléfono era poner en riesgo mi vida y la de mi hijo”, describió.

En Panamá, logró estabilizar su situación en tres años, por lo que decidió llevarse a su hijo con ella. “Cuando me traje a mi hijo, lo hice para que tuviera una mejor calidad de vida. Además, ya las remesas que enviaba no le alcanzaban para todos sus gastos, más lo que le enviaba a mi mamá. En total, para 2017, enviaba 100$, aquí es un dineral, pero en Venezuela, poco a poco, disminuye las compras. Por eso me lo traje en 2019”, agregó.

Para Alba Carosio, especialista en los derechos humanos de la mujer, las condiciones de las migrantes venezolanas son especialmente más complicada que la de los hombres, cuando se trata de enviar remesas al país. Enfatizó que las mujeres migrantes venezolanas, con hijos en Venezuela, no solo tienen que enviar remesas para alimentar a sus hijos, sino también ayudar con los gastos en el hogar en los países de acogida. “Tienen mayor dificultad de enviar dinero y de tener condiciones para la reunificación familiar. Hay que recordar que el acceso al trabajo de las mujeres suele estar delimitado al área de servicio y limpieza. Trabajos como labores domésticas o cuidado tienen una baja remuneración. Ante esa realidad, las mujeres venezolanas buscan siempre las alternativas, el plustrabajo, no importa la edad para tener más de un trabajo y economizar lo más posible ”, sostuvo.

Carosio detalló que además las relaciones afectivas se ven más afectadas por la distancia. En el caso de las mujeres que quedaron en el país, la situación no es menos complicada, debido a la emergencia humanitaria compleja, la cual se agudizó para muchas familias con la llegada de la pandemia del COVID-19. “Tienen que vivir en un país donde ya 50$ de remesas no resuelven la situación económica del mes”, agregó.

Sostuvo que las adultas mayores quedan en situaciones de vulnerabilidad, no solo por estar al cuidado de los hijos e hijas de sus familiares migrantes, también por la imposibilidad de acceder al mercado laboral. “Vemos cómo muchas de las abuelas buscan alternativas como realizar trabajos de cocina o costura desde su hogares para completar el mes de las remesas”, señaló.

La percepción de Moreno ante el poder adquisitivo de las remesas que enviaba, entre 2016 y 2022, no es errónea. Y es que la inflación en el país no acaba. Para Luis Vicente León la pérdida del poder adquisitivo, está atada también a la valoración actual del dólar. “En efecto, si se hace el cálculo del valor del dólar, sumado a la inflación del país, la fórmula arroja que debería de estar en 14 bolívares por dólar, y no en 4,50 como se ha mantenido en el Banco Central de Venezuela. Esta sobrevaloración en el tipo de cambio hace que se pierda parte de la capacidad de compra de la población”, sostuvo.

En la Agencia PANA comparamos el costo de un combo de útiles escolares básico, con base en las notas periodísticas publicadas por Efecto Cocuyo y Cronica.Uno (entre 2018 y 2021). El kit consiste en: 9 libretas, un cuaderno pequeño, una caja de lápices, una borra, un block de dibujo, un juego de geometría, un block de raya y uno cuadriculado.

Para 2018, el costo del combo básico escolar era de 14$, esto sin sumar el uniforme escolar  y los zapatos. Para 2019, el mismo combo tuvo un valor de 30$, lo que representó un aumento considerable del 50%, pese a estar tasado en dólares. Para 2021, el combo de útiles rondaba los 40$, por alumno, sin incluir los libros escolares que piden en bachillerato y primaria.

Para María Bompart, ama de casa, quien tuvo que comenzar a abrir una bodega en su casa, comentó que particularmente, a comienzos del años escolar en 2021, limitó sus gastos en el hogar, para pagar todos los útiles escolares de sus dos hijos. Uno de 15 años, en tercer años de bachillerato, y el otro de 9 años de edad.

“Mi pareja emigró a Ecuador en 2017, allí comenzó a trabajar de lo que podía, barrio pisos hasta llegar a ser encargado en un restaurante. Me envía entre 60 y 70 dólares mensuales, cuando puede, trata de enviar hasta 100$, pero eso los gasto, para pagar las comidas, y poco me queda para darle a los niños para llevarlos al cine o a la playa. Es difícil”, agregó.

Sostuvo que, al inicio del año escolar, tuvo que recurrir a sus vecinos para buscar los textos que le pedían en el colegio de su hijo mayor, quien comenzaba materias como: química y física. “Algunos de los vecinos tenían los libros y bueno, con eso me ahorre mucho dinero, porque estaban carísimos. Solo compré una camisa, un pantalón y los zapatos de los niños, más los útiles, gasté casi 90 dólares entre los dos”, sostuvo.

Enfatizó que su esposo tuvo que enviar dinero extra para los gastos de los útiles escolares de los niños, pese a que muchos de los materiales escolares se iban a quedar en la casa. “Me tuvo que enviar 50$ extras. Estábamos muy preocupados, de por sí, con las clases online nos ahorrabamos las camisas, ahora, que todo es presencial, me preocupa cómo estarán los precios para julio”, agregó.

Según los datos de Data Análisis, compartidos por Luis Vicente León, en Venezuela, 36% de las familias aseguran recibir remesas desde el exterior. “Sin embargo, existen algunas que no son regulares, que dependen de situaciones familiares, como cumpleaños, o temas de salud”, explicó.

Foto referencial: Descifrado

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