La educación es un derecho, sí, sobre todo durante la cuarentena causada por consecuencia de la pandemia del COVID-19 que actualmente acosa el mundo. Sin embargo, deben haber condiciones de seguridad en las escuelas para poder reinstáuralas de forma presencial.

Ese fue el análisis hecho por la Escuela de Educación de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), que presentó un documento con diez recomendaciones al Estado venezolano sobre el regreso de las clases presenciales para los niños, niñas y adolescentes en el país.

“Tras casi un año de la suspensión de las actividades académicas presenciales en el país como consecuencia de la pandemia por Covid-19, el poder Ejecutivo anunció el retorno de todos los niveles educativos a las aulas a partir de marzo. En respuesta a esta noticia, la Escuela de Educación de la UCAB difundió un documento con 10 recomendaciones para garantizar la seguridad de la modalidad presencial”, se lee en la nota de prensa.

El decálogo para el regreso a clases presenciales fue elaborado por la directiva de la Escuela con el fin de presentar algunas condiciones que considera “esenciales para el eventual regreso a clases presenciales en los niveles obligatorios del sistema educativo”.

• Condiciones mínimas de bioseguridad

“El regreso a la modalidad tradicional presencial exige la vacunación de la totalidad de docentes en ejercicio desde Educación Inicial hasta Educación Universitaria, así como de los equipos directivos, personal administrativo y obrero”, se lee en el documento presentado por la Ucab.

Para la Escuela de educación de la universidad católica preservar la la vida y salud de los educadores y estudiantes es primordial antes de llegar al aula de clases.

“El  educando  necesita  contar  con  un  ambiente  familiar y comunitario sano, donde queden claros los factores de riesgo de infección del Sars-Cov-2, sus posibles cadenas de contagio y sus efectos en su propio desenvolvimiento escolar”, señala el documento.

• Condiciones para el desarrollo de una práctica pedagógica segura

“El eventual regreso a clases presenciales necesita que el 100% de las escuelas de este país cuenten con servicios públicos mínimos de agua, electricidad, teléfono y conexión a internet”, se lee.

Para la Ucab, los servicios públicos no son sólo elementales en cualquier acción social, también son esenciales para “el aseguramiento de un entorno escolar tendiente a cumplir con las condiciones de salubridad distanciamiento social”.

Además, en el decálogo dicta que las instituciones tienen que proveer de mascarillas y máscaras protectoras a docentes, estudiantes y todo su personal.

• Fortalecimiento de estrategias de enseñanza de tipo colaborativo

“La eventual reincorporación a las aulas implica un proceso de transición, consecuencia del período de clases remotas.  Este proceso  de  transición  implica  la  resocialización  del  estudiante  como  parte  de  un  grupo  de  pares,  similar a su primera incorporación a la escuela al comenzar la Educación Inicial”.

La Ucab recomienda que la reincorporación a las aulas requerirá del desarrollo de estrategias de enseñanza que privilegien el trabajo colaborativo, en equilibrio con el trabajo autónomo. Así como el diálogo abierto y el fortalecimiento de la condición mediadora del docente.

• Potenciar la presencia y el uso de los medios digitales

“Un    eventual    regreso    a    la    modalidad    presencial    impone el aprovechamiento de los aprendizajes generados durante esta larga temporada, por lo cual es necesario el mantenimiento de actividades de aprendizaje mediadas por tecnologías de información y comunicación en el contexto de cada aula, como parte usual de la programación instruccional de cada docente”, se lee.

Pese a que se reincorporen las clases presenciales, al seguir las condiciones mínimas de bioseguridad, la Ucab enfatizó que es necesario mantener las actividades de aprendizaje mediadas por tecnologías de información y comunicación, “como parte usual de la programación instruccional de cada docente”.

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• Centrarse en lo esencial

“Corresponde concentrar los esfuerzos académicos en la consecución competencias básicas, entre ellas pensamiento crítico, resolución de problemas, razonamiento cuantitativo, pensamiento lógico, comunicación, creatividad, colaboración e innovación, así como el cumplimiento de estrategias didácticas enfocadas en prácticas, debates, entre otras

La Escuela de Educación recomienda a las instituciones que se tienen que hacer esfuerzos académicos en la obtención competencias básicas, debido a las consecuencias delegadas por la emergencia humanitaria compleja, aunada a la pandemia de la COVID-19. “Cada momento presencial se convierte en una valiosa oportunidad para desarrollar el aprendizaje significativo”, agregó.

• Acompañamiento de la familia

“Es importante destacar el rol fundamental que han jugado las familias durante todo este tiempo de confinamiento social, por lo que no se puede pretender dejarlas fuera del hecho pedagógico”, señala.

La Ucab llamó a reconsiderar y fortalecer la relación familia-escuela, para lograr el desarrollo integral del estudiante con una acción educativa de calidad.

• Dignificación del trabajo del educador

“¡Ya basta de burlas frente la miseria del único profesional encargado de formar ciudadanía y construir nación! ¡Ya basta de que la educación de niños y jóvenes sea a cuenta del hambre del maestro y su familia!”.

La Ucab hizo un llamado de atención a las autoridades y a los padres, y representantes, que ninguna medida impuesta por el gobierno no valdrá, si no se motiva a los educadores. “La sociedad civil debe ayudar a que se garanticen las mejoras socioeconómicas que los dignifiquen, traduciéndose en bonos especiales por conectividad, transporte, alimentación, bioseguridad, entre otros”, sostuvo.

• Contención de la demagogia y el populismo

“…Hacemos un llamado todos los actores políticos y referentes sociales–sin excepción- para que eviten emplear la educación como justificación de acciones demagógicas y populistas. Ello poco colabora en el afrontamiento de las condiciones de la emergencia sanitaria actual, el mejoramiento de la calidad de la educación y el desarrollo de prácticas pedagógicas pertinentes a nuestra idiosincrasia”.

La Ucab afirmó que las actitudes demagógicas no aportan ningún apoyo, o beneficio, en el afrontamiento de las condiciones de la emergencia sanitaria actual, el mejoramiento de la calidad de la educación y el desarrollo de prácticas pedagógicas pertinentes a la idiosincrasia en el país.

• Atención a las realidades particulares

“El mundo cambió y la escuela también. El retorno a encuentros presenciales no puede ser declarado en los términos hechos por entes de gobierno de la misma manera para cada institución; ello es negar la diversidad propia de cada familia y su entorno”, se añadió en el documento.

La Escuela de Educación consideró que es necesario respetar la diversidad propia de cada familia y su entorno. “Cada escuela deberá evaluar y plantear, bajo un marco común de orientaciones de bioseguridad y del ámbito pedagógico, esquemas y maneras de ofrecer una escuela abierta por y para todos”, se enfatizó.

• Entre todos equilibramos las cargas

«El eventual regreso a clases presenciales no es responsabilidad única de docentes de aula, docentes directivos y docentes supervisores. Es una tarea de nación en su conjunto. Ponemos a disposición del país enteroel saber, el hacer y el proceder creado en esta Escuela en sus más de 60 años de existencia, como forma de asumir que lo hacemos juntos, o no se hace. El destino de Venezuela está en las manos de todos. Todos necesariosy responsables de su renacimiento o su muerte», sentenció la Ucab.

El llamado a la comunidades para proteger a los NNA, así como al personal de educación, es fundamental para mantener un ambiente seguro para el regreso a clases. Enfatizó que en la unión de todos los sectores se pueden salvaguardar la vida de todos.