Los bachilleres venezolanos tienen dificultades con las matemáticas y las habilidades verbales. Tras realizar más de 23 mil pruebas a estudiantes de 6to grado hasta 2do año de diversificado, por parte del estudio del Sistema de Evaluación de Conocimientos en Línea de 2022-2023, realizado por la Escuela de Educación de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), se reveló que los estudiantes venezolanos están reprobados en las áreas científicas, así como en el conocimiento del lenguaje. 

7,53 puntos sobre 20 en matemáticas y 9,11 sobre 20 en habilidad verbal son las calificaciones que, en promedio, tienen los alumnos de educación media, según los más recientes datos del Sistema de Evaluación de Conocimientos en Línea (SECL), cuyos resultados fueron presentados este lunes 27 de noviembre, en la Ucab, por el director de la Escuela de Educación, Carlos Calatrava,  junto a los profesores José Javier Salas, coordinador de Proyectos Especiales de la Escuela de Educación, y Lizette Martínez, directora de la Escuela de Letras, responsables de las áreas de matemáticas y habilidad verbal. 

Por tercer año consecutivo, de la publicación del SECL, los educadores de la Ucab han advertido que la educación en el país está a la baja. En comparación con los resultados del examén de 2021-2022,  la nota global promedio, en matemática y en habilidades verbales cayó 1 punto. 

Para Salas, sin duda, el tema del covid-19 y la brecha académica han logrado agravar el panorama, pese a que antes de la pandemia, la eduación venezolana estaba deteriorada.

«Lo que pasa es que el covid- 19 es la excusa para que estemos peor. Y esto nos obliga a trabajar en equipo. Hay que entender que todo lo que hacemos en cada una de nuestras áreas de actuación debe ser redefinido en términos de que lo que se aprende es porque sirve para reconocer y entender el universo, la sociedad y todo lo que nos rodea. Pero esa no parece ser la política asimilada por los profesores y los maestros. No se trata de transmitir, se trata de lograr que el estudiante logre algo con los conocimientos adquiridos”, reflexionó el profesor Salas.

Para la edición SECEL 2022-2023, la muestra estuvo conformada por estudiantes pertenecientes a instituciones públicas (52,79%)  y privadas  (47,21%) de seis regiones: Caracas, Miranda, Bolívar, Nueva Esparta, Lara y Zulia.

«Aunque la representatividad geográfica fue menor respecto a la edición anterior (en 2022 participaron alumnos de 17 entidades), la cantidad de exámenes creció 43% versus el año pasado, cuando se hicieron unas 16.000 pruebas», se lee en la nota de prensa publicada por la UCAB. 

También puedes leer: Estudiantes realizan una huelga para exigir una educación de calidad en liceo público de El Vigia

Se detalló que la UCAB ha atendido, de forma individual y gratuita, a 17 organizaciones educativas, la mayoría privadas de ámbito local y algunas nacionales con presencia en múltiples estados. «Además se atendió de forma privada a 7 colegios, con aplicaciones exclusivas del SECEL a sus estudiantes», se lee en el documento. 

Fallas en matemáticas 

Para el profesor José Javier Salas, coordinador de proyectos especiales,  en el mundo de la educación, el panorama no es alentador. Con base en el análisis exhaustivo de las competencias matemáticas de los estudiantes de quinto año, el enfoque en el desarrollo del pensamiento lógico y la resolución de problemas parece haber sido insuficiente, ya que el 78,37% de los 11,358 alumnos evaluados no lograron superar las pruebas de habilidad numérica.

Según los datos obtenidos por la UCAB, 8 de cada 10 alumnos (78,37%)  reprobaron (8.901 estudiantes) mientras 21,63%, aprobó  (2.457 alumnos), es decir, solo 2 de cada 10 consiguieron una calificación de 10 o más.

También puedes leer: Ucab advierte que el promedio obtenido en las escuela bajó en los últimos dos años

Detalló que el desempeño de los estudiantes ha experimentado un descenso significativo con respecto al año anterior, pasando de una puntuación promedio de 8,1 a 7,53 sobre 20. Además, la brecha de aprendizaje persiste entre colegios privados y públicos, aunque de manera sutil, con una nota promedio de 7,76 y 7,26 respectivamente.

Salas advierte sobre el dramático empeoramiento en el rendimiento específico de los alumnos de quinto año, con un promedio global de 5,61 sobre 20. Identifica diversas causas, desde el enfoque tradicional y descontextualizado hasta los efectos del confinamiento por la pandemia y la falta de personal calificado, planteando la necesidad urgente de abordar estas carencias.

Una leve mejoría

La habilidad verbal presenta una leve mejoría, aunque insuficiente. La profesora Lizette Martínez informa que el 55,04% de los alumnos reprobaron en las áreas de comprensión lectora, habilidades gramaticales y ortografía, y producción escrita, de los 12,082 exámenes aplicados.

Martínez detalló que, pese a los resultados, las notas mejoraron ligeramente respecto al año anterior, con una calificación promedio de 9,11 sobre 20. Adviritó que aún no se alcanzan los conocimientos mínimos requeridos.

La brecha entre colegios privados y públicos persiste, siendo más pronunciada en habilidad verbal, con una diferencia de más de 1 punto en las calificaciones promedio. Martínez subraya que “el problema es estructural en la escuela venezolana, hay que difundir estos resultados para que directivos y profesores tomen conciencia de las carencias presentes en esta área crucial del conocimiento”. 

También puedes leer: Faltan docentes para garantizar el derecho a la educación en el país

Según la evaluación, los docentes involucrados en los resultados advierten  una deficiencia en la comprensión inferencial y crítica de los estudiantes, indicando la necesidad de replantear las estrategias educativas. 

Para Salas, la importancia de reconocer que la educación debe ir más allá de la transmisión de conocimientos, instando a un enfoque que permita a los estudiantes aplicar lo aprendido en su vida cotidiana.

Detalló que: «No se trata de transmitir, se trata de lograr que el estudiante logre algo con los conocimientos adquiridos Es hora de repensar y redefinir el enfoque educativo para cultivar competencias esenciales y preparar a los estudiantes para enfrentar los desafíos del mundo moderno”.