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Universidad

Cómo mantener la motivación al no quedar en la universidad ¿ahora qué hago?

Desde que tenía memoría, Luis quería ser veterinario. Durante sus años en el liceo se dedicó a ser uno de los estudiantes más aplicados, para lograr ingresar a la Universidad Central de Venezuela (UCV) y estudiar ciencias veterinarias. Ama a los animales. Cuando publicaron los resultados del Sistema Nacional de Ingreso del Sector Universitario, no quedó seleccionado en la carrera de su preferencia. 

La sonrisa de Luis se borró al instante. Sus ojos se empañaron y contuvo, como pudo, sus lágrimas. Estaba triste y decepcionado por no haber sido seleccionado. Para él, todo el esfuerzo fue en vano. La rabia y la frustración también aparecieron. No sabía que iba a hacer, luego de quedar fuera de la UCV. Le generaba ansiedad y estrés sentir que estaba a la deriva.

Su amiga más cercana, Luisa, por su parte, no entendía su situación. Ella no tiene planes de comenzar una carrera universitaria, luego de salir del liceo. Para la adolescente, sería mejor buscar un empleo para ganar algo de dinero y comprar sus cosas.

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Ambos adolescentes atraviesan un período muy importante en sus vidas. Están en la búsqueda de su identidad. Para algunas personas, como Luisa, es un período de exploración que los ayudará a descubrir sus intereses, habilidades, para entender qué les gustaría hacer. Para otros, como Luis, que tienen una idea más clara sobre lo que quieren hacer, es momento de tomar decisiones importantes para continuar preparándose en la vida.

Los resultados a veces no son como se esperan. En los adolescentes como Luis puede causar mucha decepción y desesperanza, puesto que dejaron toda su energía y empeño por salir seleccionado en los estudios de cuarto nivel. Es importante entender que el no salir seleccionado en la universidad no los hace menos que nadie, porque el resultado no está bajo el control total de ellos. 

Hicieron su mayor esfuerzo y eso es importante que sea reconocido por ellos mismos. Sin embargo, la otra cara de la moneda es que intervienen una serie de factores externos que pueden no salir a su favor en ese momento. De allí la importancia, del apoyo de los padres, cuidadores o familiares de brindar la debida orientación y contención, en lugar de generar estrés o presión en el adolescente.

Una estrategia, que posteriormente se aprende de este proceso, es ayudar a los adolescentes a abrir el enfoque y que puedan postularse en distintas universidades, así como explorar diferentes opciones de carrera que sean similares a sus intereses. 

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Los adolescentes como Luisa, que no saben qué hacer con su tiempo después de salir del bachillerato, porque no han descubierto su vocación, es una buena práctica hacer preguntas como: ¿Qué disfrutan hacer? ¿Qué actividades son de su preferencia? ¿Qué le resulta fácil hacer? ¿Cuáles son sus talentos? Es importante ayudarlos a descubrir esa vocación, ya sea con la ayuda de un psicólogo orientador, con los mismos profesores.

Sería válido hacer algún curso que les pudiera interesar como, por ejemplo, de idiomas o de cocina. Aprender un oficio o ingresar al campo laboral, que les permita identificar qué les gustaría hacer o no, si les va bien atendiendo público, o más bien mantenerse en un entorno de oficina, o si prefieren las actividades al aire libre.

Estas recomendaciones también se pueden aplicar para aquellos como Luis, que están claros en sus gustos, pasiones, pero no pudieron entrar en la universidad. Por ejemplo, a Luis le vendría muy bien trabajar o estar en un sitio de clínica veterinaria, tal vez haciendo algún trabajo como de cuidado de las mascotas, por ejemplo. 

Lo importante es que los jóvenes sigan aprendiendo y estudiando. Existen en Internet sitios con una gran cantidad de cursos avalados por universidades que son gratuitos y, si se quiere tener el certificado, pueden pagarlo. Pueden aproximar a los adolescentes a la carrera de su preferencia que les permitan obtener conocimiento y práctica en esa área. Ejemplo de algunas de estas plataformas son Coursera y EDX.

Recomendaciones para los adolescentes para seguir manteniéndose motivados en sus estudios:

  • Trata de resguardar tu autoestima: el hecho de que no hayas logrado entrar en la universidad no implica sentirse menos que otros. 
  • Permítete sentir las emociones ante el hecho de no lograr el objetivo de entrar a la universidad: el sentirse triste, molesto, decepcionado, frustrado es válido. Puedes buscar el apoyo y hablar de esto con tus padres, cuidadores, algún familiar o quizás con un amigo que haya pasado por esto también.
  • Entender que no se cierran las puertas y puedes volver a intentar ingresar a la universidad abriendo el enfoque a nuevas alternativas de universidades y carreras afines.
  • Aprovecha el tiempo de espera para prepararte, desarrollar destrezas, habilidades, adquirir conocimientos, aprender algún oficio.
  • En particular para los padres, orientar y brindar contención a sus hijos, no elegir la carrera por ellos o presionarlos en lo que deberían estudiar. Se trata de que los adolescentes descubran sus propios intereses y ellos mismos puedan decidir sobre su futuro.

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